sábado, 20 de noviembre de 2010

Cuba y el sentido común de una niña


Reproduzco a continuación un diálogo que tuve con mi hija hace un par de días, temprano en la mañana. Yo me estaba lavando los dientes y su cabecita se asomó por la puerta del baño...

- ¡Mi niña, buenos días! -la saludé yo-. Entra, entra y cierra la puerta para no despertar a los demás.

- Mami...

- ¿Cómo dormiste, bien?

- Sí. Mami...

- ¿Decansaste? -seguí preguntándole.

- Sí. ¡Maaaaaaami...! -cuando quiere algo, insiste, por supuesto.

- Dime, dime.

- ¿Mami, por qué el viejito de Cuba no quiere que todos salgan de Cuba y hagan vacaciones cuando quieran? -¡vaya buenos días me da mi hija!

- Así es, hay personas que no pueden salir de Cuba -y seguí lavándome la cara.

- Pero el viejito de Cuba puede hacer vacaciones cuando quiera, ¿no?

- Ah, sí, él sí puede salir cuando le da la gana.

- ¿Y los niños en Cuba pueden comer Kinder Pinguí? -esto es algo que comen mis hijos, sobre todo después de la comida, si se la comen toda, o de merienda. El dulce tiene una crema de leche y está revestido de chocolate (vean en su página Web cómo "luce". De que sabe rico, eso ténganlo por seguro).

- No, yo creo que en Cuba no hay Kinder Pinguí...

- Pero el viejito, si quiere, sí puede comerlo, y carne y otras cosas, ¿verdad?

- Sí, creo que sí.

- Entonces él es malo, porque no deja que la gente salga y coma todo lo que quiera -y, sin pausa, siguió preguntando-. ¿Y quién lo puso a él de jefe?

- Otras personas y él mismo.

- Entonces esas otras personas también son malas...

- Algunas sí, otras no. Él engañó a muchos al principio.

- ¿Qué cosa es engañó?

- Que dijo cosas lindas primero y después hizo solamente lo que él quería.

- ¿Y por qué la gente no se va de Cuba y ya? -y yo me pregunto yo misma, ¿qué estaría soñando mi niña?

- Bueno, eso hicimos tu papá y yo...

Terminé de lavarme, salimos las dos del baño y le puse los muñequitos que siempre ve mientras le hago y se toma su leche. Cuando la preparaba en la cocina, me repetí una y otra vez el diálogo de minutos antes. Y cuando le llevé la leche le pregunté yo:

- ¿Y qué tú harías si vivieras en Cuba?

La respuesta no se hizo esperar:

- Yo le digo a unos que se vayan por la noche, a otros que se vayan por la mañana temprano y que se quede solo el viejito allá.


[Nota: Mi hija tiene 5 años y medio]

1 comentario:

  1. Hermosa tu conversación. Hoy soy yo quien te agradece este recuerdo, porque me lo preguntan a diario. Mis hijas están allá con mis dos nietos. Los quisiera en Madrid, pero es casi imposible. Te felicito además por tu participación en Buena Vista Social Blog. Lo he leído y también participé en la presentación. Tu me conoces cuando escríbia para El imparcial de Éufrates...ahora tengo mi blog y me gustaría que cuando puedas lo visites. Te mando mi saludo

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