Y eso que eras extranjero...

Tuviste mucha suerte, Carlos Hernando, porque eras extranjero...

A los cubanos no los "interrogan" igual, Carlos Hernando, porque son cubanos...

El bofetón, los brazos torcidos, los empujones, los gritos... y las humillaciones, vejaciones y amenazas en general, desfilan una tras otra acompañadas de los primeros no importa si las recibe un hombre o una mujer. Muchos te lo pueden contar con lujo de detalles...

Los que te "interrogaron" no se quieren comparar con los esbirros y torturadores de la dictadura de Batista pero son peores, aunque te pongan por excusa que en Cuba no aparecen muertos en medio de la calle "así como así", como ocurría antes. Pero son peores. O, dicho de otra forma, no son mejores: gozan igual o más con la cara de terror tuya, les satisface grandemente sentirse superiores, echarte miedos, chantajearte, sentir cómo te tiembla la voz cuando les respondes...

A los cubanos no los "tratan" igual, Carlos Hernando, porque son cubanos...

Tú nos haces el cuento ahora, de regreso y a salvo en tu país, que es España, pero los que viven allá, en Cuba, no tienen la oportunidad. O lo que es peor, si la llegan a tener, pocos les creen. Ahí mismo donde vives, Carlos Hernando, te los vas a encontrar a dos manos: los que ven a Cuba con el ojo para mulatas, tabacos y playas, pues el otro lo prefieren mantener cerrado. Y los oídos. Y la boca. Y la pluma.

Tuviste mucha suerte, Carlos Hernando, porque eras extranjero... ¡Y eso que eras extranjero!


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[Unos minutos después...]

Te dejo un video de esta misma semana, de hace sólo dos días. ¿El tema? Cuba. ¿El escenario? En tu mismo país, Carlos Hernando, en tu mismo país...