La actividad quedó muy linda. Bueno, ustedes saben cómo es eso cuando los padres se ponen chochos emocionados por la gran actuación de sus pequeños...

Todos los niños y las seños, o mejor dicho, "los seños", porque hay un hombre, o no, no me suena muy bien la conjugación así... ¿existe?... ya perdí el hilo... ¿por dónde iba?... ah, ya sé... que todos llevaban puesto un pullover con "Mariquitas" (o cotorritas), que es el nombre del grupo. Sí, ya sé que tampoco suena muy común que digamos eso de estar en el grupo de las mariquitas... al menos para los cubanos.

Los niños, como es de esperar, no estuvieron todo el tiempo parados como velitas: hubo quien bostezó, hubo quien se "registró" la nariz con insistencia, otros se arrascaron ciertas partes del cuerpo con la mayor inocencia, y la grande mía no se quedó fuera del potaje:

Los niños cantaron sus canciones de lo más contentos, les quedó muy bonito lo que venían preparando desde hace semanas. A los más grandes se les dieron regalos, pues ya comienzan en la escuela en unas semanas, y al final hubo aplausos, por supuesto. Después se abrió el buffet y yo no pude resistir la tentación de comerme un pan fresquito con margarina y confitura de fresas. Hmmmmmmmmm...

Al terminar la fiesta no fue tan fácil irse para la casa. A esa hora siempre los locos bajitos quieren hacer de las suyas menos dirigirse a la puerta de salida. Así que el coche siguió esperando un rato en el lugar donde lo habíamos dejado al llegar:

Fue un día lindo hasta ahora cayendo la tarde: ha empezado a llover con granizos y todo...