Menos de 3 días después murió Juan Wilfredo Soto; no se recuperó de un paro cardíaco.
El propio Mario Félix Lleonart ha denunciado en ocasiones anteriores otros actos violentos de la policía en su blog Cubano Confesante, actos que ya se han hecho práctica en los que supuestamente deben velar por la seguridad de los ciudadanos cubanos. Un ejemplo, entre tantos otros, es el siguiente post, del cual pego aquí un extracto:
EL DEBER Y EL DERECHO A LA VIOLENCIA
El VI Congreso del PCC desde su inaugural desfile militar y el Informe Central presentado por el General de Ejercito demostró que la Moción que presenté hace apenas unos días en la 102 Asamblea de la Asociación Convención Bautista de Cuba Occidental es totalmente pertinente. No en balde previamente se afirmó que sería el asunto más polémico a tratar. Ante el tema sobre el que giraba: mujeres golpeadas, actos de repudio, detenciones arbitrarias y reclusiones domiciliarias; la propuesta era bien moderada y en espíritu de diálogo
[...]
Como una muestra fehaciente de que el Estado cubano ha legalizado la violencia en las calles no hubo que esperar a que terminara el Congreso del Partido. El lunes 18 en horas de la tarde se remetió nuevamente contra nuestra hermana Sara Marta Fonseca Quevedo y su familia. Esta vez se les arrastró literalmente por las calles del Reparto Río Verde bajo proclamas y consignas y al momento en que escribo estas líneas, minutos antes de la sesión de clausura del Congreso, Sara se encuentra todavía desaparecida. El martes 19, en Santa Clara, fue un grupo de mujeres asociadas bajo el emblemático nombre de Rosa Park las victimas de la defensa del «pueblo».
En la siguiente entrevista Mario Félix deja claro que la dictadura miente:
Pero una de las pruebas más contundentes es su mismo tweet del día 5 de mayo, donde denuncia la golpiza mucho antes de que Juan Wilfredo siquiera pensara en morirse.
Para los que entienden algo de medicina y para los que sabemos leer, está más que claro que la pancreatitis aguda, versión oficialista de la muerte de Juan Wilfredo, es fulminante y acaba con la vida de una persona cuando a tonfazos, a puro bastonazo de la policía, se resiente o afecta la región del páncreas.
Hay muchas preguntas que hacerle a la dictadura:
¿Por qué el interés en enterrar tan rápido a Juan Wilfredo?
¿Por qué no abre una investigación inmediatamente para esclarecer los hechos?
¿Por qué no desentierran a Juan Wilfredo Soto y, ante una comisión independiente, examinan su cuerpo?
¿Por qué unos médicos corren a decir que fue pancreatitis y otros, anónimamente, hablan de golpes evidentes en el cuerpo de Juan Wilfredo Soto?
¿Por qué jamás se ha hecho nada absolutamente contra las golpizas que propina la policía a los disidentes y a la oposición en general?
¿Por qué visten de civil a sus agentes y los parapetan en los actos de repudio, incontables ya, contra la disidencia?
¿Por qué le siguen mintiendo al mundo? El castrismo miente sobre la muerte de Juan Wilfredo Soto. Lo seguirá haciendo ante otras que se seguirán sucediendo...
No calles tú. ¡DENUNCIA!
0 comentarios:
Publicar un comentario