Cómo extraño los bichos... Las cucarachas no, vale la aclaración.
En Cuba nunca les presté mucha atención. Siempre vivieron en algún hueco, árbol o rincón y con frecuencia eran despojados de sus nidos para comodidad nuestra.
Cuando chiquita cazaba yo misma las lagartijas. Mi hermano hasta se las colgaba de las orejas. A las hormigas las observé con mucha paciencia. Cuidado con las mariquitas, que se te meten en los oídos!
Ahora los extraño a todos. Por el clima frío donde vivo ya no los veo a menudo. Es un lujo tener un bicho de esos en casa. Lagartijas? Esas cuestan 25 Euros en la tienda de animales más cercana!
Mi hija brinca de alegría cuando ve una arañita. Saluda todos los días la de la esquinita en el techo. Qué horror!, tener una telaraña en casa para que ella conozca los bichos! No me dí cuenta de que se estaban desarraigando lentamente de mi memoria hasta que empecé a extrañarlos.
lunes, 26 de noviembre de 2007
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