Se trata de la agresión policial de que fue objeto la bloguera cubana Yoani Sánchez el pasado 24 de febrero cuando ella y su hermana se dirigían a firmar el libro de condolencias por la muerte de Orlando Zapata Tamayo. En plena calle fueron interceptadas por agentes de la policía política vestidos de civil y acto seguido fueron reducidas por la fuerza hasta llegar a la estación de policía donde las encarcelaron arbitrariamente.
Yoani da más detalles del secuestro en su post Mi última pizca de fe. Diariamente se suceden semejantes violaciones en las calles cubanas. Ocurre constantemente a disidentes y opositores cuando se dirigen a actividades que tienen programadas, o en la víspera de fechas simbólicas, o previas a las marchas de las Damas de Blanco, o este mismo fin de semana cuando no dejan llegar a la casa de Reyna Luisa Tamayo a quienes quieren celebrar con ella los 43 años que hubiera cumplido su hijo de no haber muerto en una huelga de hambre en las cárceles castristas.
No hay peor sordo que el que no quiere oir. Aquí la grabación que hizo el teléfono móvil de Yoani, en dos partes y con subtítulos, para que algunos afinen el oído o se acaben de convencer de varias cosas: de que en Cuba hay represión, de que no se respetan los Derechos Humanos, de que la incultura tecnológica de los que ejercen la represión no conoce límites, de que la policía política abusa de poder, de que defienden lo indefendible:
Tampoco hay peor ciego que el que no quiere ver, pero no obstante le dejo las transcripciones de toda la grabación, que también ha hecho públicas Yoani.
¿Fuerte, eh? Imagínese por un segundo en el pellejo de esas mujeres indefensas.