En el Día de las Madres que vayan mis felicitaciones a todas las madres, en especial a las cubanas.
Felicitaciones virtuales y digitales a las blogueras y las que leen blogs, a las que comparten fotos y enlaces en Facebook, a las que se comunican en Twitter y a todas las que hacen de la red un espacio suyo cada día.
Pero dedico el post más que nada a mi madre, que no tengo al lado hoy para darle un beso, a aquellas madres cubanas que también tienen a sus hijos viviendo lejos del país en que nacieron, a las madres como las Damas de Blanco que tienen a sus hijos presos por delitos de opinión, así como a aquellas que los han perdido en las cárceles o intentando abandonar el país.
De haber estado en Cuba con mi familia seguro hubiera comido a gusto uno de los exquisitos cakes que sabe hacer mi tía (como los de la foto), no hubiera parado de sonar el teléfono felicitando a las madres de la familia y de los amigos, hubiéramos hecho el recorrido habitual casa por casa llevando regalitos y recibiendo otros, y hubiera sido un día excelente... de no estar lejos de los míos.