lunes, 30 de junio de 2008

España es el campeón de la Eurocopa 2008

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Foto tomada de Eurocopa 2008


Y muy merecido 44 años después del último título. No pudieron jugar más perfecto. Fueron, con creces, la mejor selección de la Eurocopa, y ya yo había dicho (escrito) que los alemanes la iban a tener difícil en la final...

Me he alegrado mucho por el equipo español. Al alemán lo recibirán mañana en la Puerta de Brandeburgo en una fiesta gigante a partir de las dos de la tarde. En el mundial fueron terceros, en la Eurocopa segundos, y ahora aspiran a quedar de primeros en el mundial en Sudáfrica, en el 2010.

Un par de noticias de última hora: Jens Lehmann, el portero alemán, tuvo que salir corriendo al finalizar el juego para echarle un poco de agua a las guantillas: los tiros a puerta españoles se las dejaron en llamas. / A los ahora campeones los van a analizar seriamente en un consejo disciplinario porque se supone que tenían imanes en una zapatilla y cola loca en la otra: más bolas no pudieron quitar y, una vez con ellas, no las dejaban ir tan fácilmente. / A los locutores españoles, que se oían de lejos al hablar los colegas alemanes, los van a procesar en un juicio: mientras gritaban "lo conseguiiiiiiiimos" unos coterráneos se robaban una copa de plata de 6 kilos y 60 centímetros de alto.
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domingo, 29 de junio de 2008

Sobre el Edificio Poey de la Universidad de La Habana y los alumnos y profes que ya no vivimos en Cuba

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Ya les mostré una vez algunas fotos del Edificio Felipe Poey de la Universidad de La Habana (UH). Hoy voy con la segunda serie de fotos a partir de un comentario reciente en aquel post (que sugiero lean allí), precisamente de un alumno primero y profe después de la Escuela de Matemáticas de la UH. Más sobre el profe pueden encontrar en su blog Baracutey Cubano (¡ah, claro, también es bloguero, y cómo!). Precisamente con fecha de hoy podrán leer un post dedicado al homenaje que se le da por estos días a otro profe (que tampoco vive en Cuba): Miguel A. Jiménez Pozo.

De los que estudiamos juntos somos ya tantos viviendo fuera de Cuba... y ya estoy convencida de que no es "una moda generacional", pues de los profes que me dieron clases a lo largo de 5 años, casi nadie queda allá... una gran pena que tanto talento salga a probar suerte en otras tierras, lejos de las propias, y que reciban en esas nuevas los homenajes que no han recibido, pero que ojalá algún día puedan vivir, en el mismísimo Patio de los Laureles de tan entrañable y reconocida Escuela.

Aquí van algunas fotos de las que me quedaban pendientes:

Patio de los Laureles


Entrada principal al edificio, vista desde el Patio de los Laureles


Otra vista desde el patio. A la derecha, abajo, la Biblioteca de la Facultad


Y otra vista más


Entrada al Aula 9, segundo piso


Escalera interior


Donde descansan los restos de Felipe Poey y Aloy (26.05.1799 - 28.01.1891)


Busto en el Patio de los Laureles


Imponentes columnas...


Pasillo exterior izquierdo (visto el Edificio Poey desde la Plaza Cadenas) y entradas a los Laboratorios de Computación (en mi época se llamaban así)


Parque de los Cabezones, parte posterior del edificio Poey


Busto de Félix Varela y Morales (20.11.1788 - 25.02.1853) en el Parque de los Cabezones. Varela fue el primero que pensó y luchó por la independencia de la nación cubana


Quiero despedirme por hoy con una cita de Varela que me hace recordar a muchos de mis profes y amigos de cuando estudié en el Edificio Poey, actual Facultad de Matemáticas y Ciencias de la Computación, más de la mitad de los cuales ya no viven en Cuba:

«Aprender de memoria es el mayor de los absurdos, pues si falla la memoria falla todo lo estudiado, por ello la constancia en el estudio consolida los conocimientos.»



[Fotos cortesía de Aleli]
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sábado, 28 de junio de 2008

Siéntate a mi lado y cuéntame algo sobre los bancos...

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Foto de RK, colega mía

¡Cuántas veces no me senté en bancos como el de la foto, comunes en muchos parques y avenidas de la Habana! Algunos han perdido las tablas pero siempre fueron muy robustos y los de este tipo han soportado el paso del tiempo... y de la gente, bastante bien.

Cuando era una niña vivía en el barrio del Vedado, arriba, por el Hospital Infantil, en la calle 27. La escuela primaria era, sin embargo, la de 17 y G, una escuela enorme que estando todavía yo en Cuba vi deteriorarse y deteriorarse hasta perder cada vez más el encanto que tuvo para mí cuando aprendí a leer y a escribir en sus aulas y a corretear por sus pasillos a la hora de las meriendas, hasta que cumplí los nueve años y mi familia se mudó para Santos Suárez.

Pues en el camino de la casa a la escuela había que hacer un alto para sentarme en uno de los bancos del paseo central de la calle G. El caso es que la leche del desayuno siempre me dió mareos y náuseas (he descubierto después de más de tres décadas que es una alergia a ciertos productos lácteos) y me ponía muy mal. Durante unos breves minutos de descanso me recuperaba bien y podía seguir después, despacito, hasta el patio donde se celebraba el matutino. Los bancos me salvaban de ir para el piso de cabeza... De grande, en alguno de ellos robé un beso...
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jueves, 26 de junio de 2008

Humor gráfico sobre la blogosfera

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(Reproduzco aquí un post que publiqué en el blog del evento Blogueando a Cuba)

A través del post Sobre el poder y su miedo a Internet que José Luis Orihuela, uno de los conferencistas invitados del evento Blogueando a Cuba, publicara en su prestigioso blog eCuaderno, he llegado a unas historietas sobre la blogosfera que les recomiendo gratamente por los temas que trata. Lo mismo nos hace reflexionar Mauro Entrialgo sobre las razones para tener un blog que sobre las actividades favoritas de los blogueros, los tipos de blogs, los comentarios en los mismos, el control sobre los blogs, las relaciones sociales que de ellos se derivan, las estadísticas sobre los blogs, en fin, ¡hay para escoger! todo con un humor del bueno.

Por cierto, el tema del control sobre los blogs, uno candente en la blogosfera por estos días, es también analizado por Orihuela en un post sobre la preocupante iniciativa acerca del control sobre los medios sociales discutida en el Parlamento Europeo. Orihuela destaca que el informe "revela ignorancia sobre el funcionamiento de internet y [...] propone medidas que constituyen una amenaza a la libertad de expresión". Hmmmmm, qué a tono todos estos tópicos con los del evento que queremos celebrar en un año, eso si de aquí a allá no tenemos que hacernos antes de un carnet con huellas dactilares y biométricas para poder acceder a nuestras bitácoras...

Aquí los dejo con tres de las historietas de Mauro Entrialgo publicadas en su blog Plétora de piñatas y otras que me enviara muy amablemente (dar click en las imágenes para agrandarlas). ¡GRACIAS, Mauro!

Jueves 12 de junio 2008


Martes 17 de junio 2008


Jueves 26 de junio 2008


Publicada en la revista española de humor gráfico El Jueves


Publicada en la revista española de humor gráfico El Jueves
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De A empujar el almendrón

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¿A qué correo le pueden escribir a alguien sin acceso a Internet?

Cosas del viejo mío... :-)
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Y ganó Alemania... de milagro

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Para comerse las uñas el juego... y no por la primera mitad, que la dominó Turquía y más bien parecía un partido de Futbolito, del que celebraban los muchachones del barrio en la escuela Aguayo de Santos Suárez cuando yo era chiquita, sino por los segundos 45 minutos que le pusieron más música a la fiesta.

Y tampoco por el juego de Alemania, que ganó de milagro, sino por las dos veces que se fue la luz en el Centro de Prensa Internacional de Basel, desde donde se transmitía el juego, durante unos 8 minutos aproximadamente la primera vez y durante casi un minuto la segunda. Y se demoraron los técnicos alemanes en piratear (con autorización, claro) la señal satelital de Suiza para poner al menos la imagen en la TV, comentada sin embargo por teléfono con varios segundos de atraso, cosa que hacía que oyéramos el segundo gol alemán cuando el balón todavía iba por la mitad del terreno...

Al final ganaron los germanos, de pura suerte que tuvieron, y bueno, eso es parte también de todo juego de fútbol, y así estarán en la final el próximo domingo contra el ganador del partido de mañana entre España y Rusia. Eso sí, he vivido un 31 de diciembre a mitad de año, Berlín es la locura desde que acabó el partido... y por suerte los niños ni se enteraron.

Ahora les enseñaré algunas fotos que hice antes de llegar a la casa. La primera fue a las 3:30pm en el tren urbano. Salí antes, como todos los miércoles, porque mi niña tiene clases de educación musical (el tiempo lo recupero en otro momento, no se crean que me lo regalan). Estos tres jóvenes entusiastas me dejaron hacerles una instantánea:


Desde hace días los negocios y comercios tienen un toque extra en la decoración de los locales:




Hasta a las plantas que venden en una tiendita de la esquina les salieron de pronto hojitas con los colores de la bandera:


La bandera turca le nació a este fanático en su mejilla...


...y esta otra muchacha ya definió la línea de su moda:


En las noticias de la tele auguraban un pase a la final (lo que ven a la derecha son los cojines que tengo que poner delante de los CD's de música para que mi chiquitín no los coja)...


...y la milla de fanáticos con origen en la Puerta de Brandeburgo se iba preparando para acoger a más de medio millón de personas. Una buena cantidad se quedó fuera pues el acceso a la fiesta gigante tuvo que suspenderse por haber sobrepasado las expectativas. Para el domingo piensan ampliar la distancia...


Yo diré "que gane el mejor", pero en el fondo le voy a Alemania, el país que me ha abierto las puertas y tendido una mano desde que llegué en el 99.
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miércoles, 25 de junio de 2008

En el S-Bahn berlinés

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© flick/el_krusto

Hoy, de regreso a la casa, no vine leyendo el libro de turno porque lo había terminado ya en el viaje hacia el trabajo por la mañana. Me fijé entonces en la gente, tratando de observar disimuladamente, claro.

Hasta donde alcanzaba mi vista por el largo vagón, podía ver a 14 personas de medio cuerpo o cuerpo completo desde el asiento donde yo estaba sentada. Dos de ellas conversaban bajito. Una muchacha escribía mensajes en su teléfono móvil. El que estaba sentado a mi lado oía discretamente su iPod. El resto estaba leyendo. Diez personas estaban leyendo algo, un libro, una revista, un periódico, ¡algo!

Ya una vez oí comentar a alguien lo fríos que eran los alemanes que en el metro o tren local ni conversaban entre sí, ignoraban a los demás y se metían en sus lecturas sin importarles quiénes estaban sentados a su lado. Yo no sé si realmente tenga tantas desventajas el ir leyendo en un viaje... creo que al contrario. Yo misma aprovecho y trato de leer en esos espacios; otro chance no tengo. Además, me gusta leer.
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martes, 24 de junio de 2008

Fotos desde una azotea en Lawton

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La amiga Ana, autora del blog En honor a Yoani Sánchez, es también mi vecina. Ella de Lawton, yo de Santos Suárez, y más de un pensamiento en común, también sobre las azoteas de esos dos barrios habaneros...

Aquí los dejo con unas fotos que hiciera Ana desde la suya en el 2006, en la calle Concepción entre 8va y 9na. Allí dice que empinó papalotes con su padre, cuando niña. El tanque de agua, las antenas de la tele, las azoteas vecinas, el color de las azoteas, la mata de mango, la Iglesia, la loma de Chaple, la loma del Burro (a donde me cuenta su papá la llevaba a cazar lagartijas, y yo acordándome de las veces que me subía yo a las matas con el mismo propósito, y mi hija sin conocerlas aun...). En fin,... ¡¡¡cuántos recuerdos!!! y cuántos desarraigos provocados...

¡GRACIAS, Ana!

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lunes, 23 de junio de 2008

¿Qué hacer si el niño se traga un pedazo de cartón?

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Pues lo primero es quitarle el otro pedazo de las manos no vaya a ser que el muy bandolero se lo meta también en la boca. Lo segundo es mantener la calma y ver si el pedazo de cartón aun está en su boquita. Con eso asumo que no se atragantó ni nada, sino que Ud. se ha dado cuenta porque de pronto, seguro de que no hay ratoncitos en su casa, ve al niño con una postal incompleta en su manito, como la de la foto.

Lo tercero es esconder, como ha hecho hasta ahora, todo lo que huela a peligro para un bebé de 11 meses (¿bebé?), amén del agente disociador hermanita mayor que saca de donde Ud. menos se lo espera el próximo peligro.

Y lo último, a gusto del consumidor: yo le dije "muchacho, ¿pero tú eres un chivo, o qué?". Y ahí puede que lo miren con ojazos bien abiertos, que se rían de Ud., o que Ud. mismo empiece a cuestionarse si los chivos de verdad comen papel, o es que en Cuba le dijeron que comían eso porque no había hierba... todo puede suceder... :-)
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domingo, 22 de junio de 2008

La tendedera en el balcón

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¿Qué les parece esta foto que hiciera mi colega alemana RK en su viaje a Cuba? ¿Y qué me dicen del trapito que cuelga de la tendedera? En ese balcón hay de todo...
:-)
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sábado, 21 de junio de 2008

Alemania vs. Turquía en la Eurocopa

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¡Quién lo iba a decir! Alemania y Turquía se enfrentarán en la semifinal de la Eurocopa y muchos no tendrán muy claro de parte de qué equipo ponerse... sobre todo muchos turcos nacionalizados alemanes de los más de 120mil que viven en Berlín, por ejemplo, alcanzando la cifra de más de 6,3 millones en toda Alemania.

Aunque el 3% del territorio turco esté en Europa (el resto, en Asia) y numerosas empresas alemanas inviertan 3,3 millones de millones de Euros en Turquía, el jueguito del miércoles que viene entre los dos países dejará a un lado todo lo que no tenga que ver con fútbol. Alemania ya canta victoria y se imagina una fiesta gigante en la Puerta de Brandeburgo, si ganara en la final (ya dan por sentado el gane con los turcos), y Turquía festeja por todo lo alto haber llegado tan lejos en un evento europeo o haber decidido un juego en tiros de penal por primera vez en la historia del deporte rey.
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viernes, 20 de junio de 2008

Comida de negocios y tres goles

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© flickr/froutes

Hoy fui a una comida de negocios con los colegas del trabajo. Fue en el Palacio de Köpenick, en el asentamiento más antiguo de Berlín. Ese tipo de "reuniones sociales" a mí no me acaban de convencer porque regularmente mastico lento y, si hablo, no tengo para cuando acabar y todos tienen que esperar por mí. La comida... bueno, mejor dejo ese tema a un lado. Te la regalo... no me acaba de gustar la comida alemana y eso que ellos dicen que tienen una de las mejores cocinas del mundo ¿Eeeeehhhh???

Al regreso a la casa: las calles vacías, los parques vacíos, las aceras y plazas vacías. Alemania se jugaba el boleto a la semifinal. Eso sí, bares, restaurantes y cafés estaban repletos hasta más no poder. Los alemanes hicieron tres goles, y por cada uno la lluvia de efectos pirotécnicos de dejó sentir una vez más. Los autos pitando más tarde debieron dar la impresión de estado de sitio al turista despistado.

Pude ver la segunda mitad del juego y les vuelvo a decir: que gane el mejor, aunque esta vez los germanos jugaron un tiiiiiin mejor que la anterior. Si la mejora es continua, pudieran ganar la Eurocopa, quién sabe. ¿Y quién será el posible rival? Pues el ganador entre Turquía y Croacia. Uuuuuuyyy si es Turquía........
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jueves, 19 de junio de 2008

El helado

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(Hoy jueves tenemos helados en el menú de Lelé Santos... Ud. no se pierda tampoco un post reciente del Arquitecto Cheo Malanga en El Imparcial Digital titulado La Catedral del Helado)

El helado
Por: Lelé Santos, columnista invitado

El cubano siempre ha preferido el helado. Cuba es un eterno verano y también somos famosos por el paladar subido de azúcar que tenemos, dos buenas razones para saborear algo frío y rico, como el helado.

© flickr/foreignobsessed

La heladería es la propuesta ideal para los enamorados cuando de pasear se trata: es económica, sencilla, tradicional y puede convoyarse con una peliculita con lo cual matamos la jugada y la pareja sale contenta. Muchas veces no sabemos a dónde ir o no podemos ir adonde queremos y ahí está, como por arte de magia, "Te invito a tomarnos un helado", para salvar la situación. Por eso las heladerías son famosas y siempre están llenas, con más gente afuera que adentro ya que la demanda es mayor que la oferta.

El helado hay que bacilarlo y tiene sus variantes. Hay quienes prefieren comerlo en barquillo, parado o caminando, y ahí mismo uno se embarra porque lo venden medio derretido o por el calor que hace en la calle que lo derrite todo. Hay quienes botan el último pedacito del barquillo, o bien está duro o fue el punto de contacto con la mano (¿que estaría sucia?), y hay quienes dicen que esa es la mejor parte del helado.

© flickr/Lazy B

La cosa pinta fea cuando el helado viene en un vasito plástico o en un cucurucho de papel, "¿y la cuchara?" "bien, ¿y tú?". No hay forma de tomárselo sin embarrarse la nariz y una buena parte de la frente y después busca dónde botar el envase. La regla hoy en día es comprarle ese helado de barquillo a un particular a 3 pesos y sabe a rayos, porque rara vez se encuentra por el Estado. Y hablo de helado, pues el frozen y el helado tropical (durofrío) fueron famosos pero no vale la pena compararlos; helado es helado.

Y si es sentado, mejor. Ahí viene la cola para entrar, esperar a que te sirvan, y cuando termines no te vayas enseguida, disfruta el momento, conversa con tu pareja. No vayas solo a tomar helado, es una salidita, pásala bien.

© flickr/Megan Young

Cuando era un chiquillo, qué alegría, yo iba a Coppelia, to' loj día..., parodiando al gran Roberto Carlos. Pues esa esquina de L y 23 es la más concurrida de La Habana. Se unen el Yara, el Habana Libre y el Coppelia, la heladería más famosa de Cuba.

Por ahí anda un email que recuerda las variedades de platos y sabores de hubo en el Coppelia de los años ochenta. Más de 30 sabores, ¡alaba'o! Si empiezas a mencionar sabores uno a uno seguro no llegarás a 20, imagínense 35. Yo siempre pedía de almendras, que valía 20 quilos adicional cada bola, nunca supe por qué. Y que no me lo montaran: nada de sirope, crema, boronilla de sorbeto por arriba, etc., quería el helado solo, para que el sabor saliera solo. Bueno, unos biscochitos que lucían como tabaquitos huecos o los 'esponrú' eran la vida misma. Qué tiempos aquellos, que ya pasaron...


Coppelia siempre fue la number one, había otros lugares que en menor grado eran visitados y tenían sus ofertas de helado del agrado de todos (la Ward, el Carmelo del Riviera, el Coppelita de Malecón, 17 y 12, Calzada y D, Línea y Paseo, Guanabo y Cotorro, noten el fatalismo geográfico del Vedado, casi todas son de allí, y alguna que otra menos importante en cualquier municipio).

El panorama actual es ligera e imperceptiblemente distinto. Quedan pocas heladerías regulares en La Habana, buena no hay ninguna. A ver, Coppelia, la de Guanabo y la del Cotorro (que quedan un poquiiiito lejos), la Ward (competidor de mayor renombre que siempre ha tenido Coppelia), y otras tres algo recientes: Las Yagrumas (al lado del cine Alameda, calle Santa Catalina, en 10 de Octubre), El Mónaco (al lado del garaje del mismo nombre, calle Mayía, igual municipio) y el Coppelita de Obispo (en el medio del bulevar de esa calle).

© flickr/Indrani Soemardjan

Digo regulares pues la calidad del servicio y de las ofertas nada tiene que ver con épocas pasadas, incluyendo a la best seller. Claro, una heladería de reciente creación no tiene pasado pero los parámetros de calidad, percibidos por el cliente, siempre han estado ahí. Y no son cuentos, he estado, he tomado y a la mayoría no he vuelto, excepto a Coppelia, que siempre te atrae y te engancha, debe ser por su ubicación, que pega con cualquier cosa.

Hoy la ensalada de Coppelia vale 5 pesos, a peso cada bola, pero ¿qué bolá con el tamaño de la bola? Coge tu dedo pulgar y cierra con el índice, parecido al símbolo de saxxon, ¿ya? Ese es el tamaño de lo que hoy te sirven. La bola de arriba de lo más linda, para despistar, pero revisa las dos últimas de abajo, si caben en un gotero es mucho. La ensalada tiene variaciones: en Obispo y el Mónaco cuesta 7 pesos y en el resto cuesta 4.20, ¿por qué será?

© flickr/Indrani Soemardjan

Los sabores actuales son unos cuantos: vainilla, chocolate, fresa..., a ver, ah, faltaba el chocolate, la vainilla..., sí, son varios. Ponte contento si se ofertan todos a la vez, el otro día pasé por la Ward y había plátano, y ya. También hay aportes: antes, el naranja piña era base de naranja con pedacitos de piña, hoy es una mezcla de un solo color y sabor. Antes, la fresa o el rizado tenían pedacitos de esa fruta, hoy es ídem al naranja piña. El chocolate ni lo pruebo, es muy fuerte. Y evita que te sirva la dependiente de la barra del Coppelia, que después de rascarse la cabeza y limpiar con trapo lo que dejó el que estuvo antes, con esa misma mano te echa unas galleticas michi-michi arriba del helado. "No, deja, a mí no me eches galleticas, gracias", menos mal que la paré a tiempo.

© flickr/Gerry Vandermaesen

Así y todo, se mantiene la elección sana de tomar helado, últimamente reforzada con ese gen que tenemos los cubanos de ir a cualquier lugar con una jabita o un pozuelo (o ambas cosas) para cargar y llevar para la casa. En ese caso no se disfruta la salidita pues es un encargo, como ir a la bodega a buscar los mandados: pides cinco ensaladas, te das cuenta de que caben en dos pozuelos y los otros tres que traías por si acaso se quedan donde estaban, y a comer helado de postre en tu ambiente familiar, queeé rico. Lo disfrutas más si eliges la hora de la novela de por la noche para ir a buscarlo, a esa hora está vacía la heladería y te sirven cuanto quieras (hay lugares donde solo te venden dos ensaladas por persona, no está escrito pero así mismo es).

Ni pensar ir los fines de semana, las semanas de receso escolar, las vacaciones o los festivales de cine latinoamericano. Ahí he visto colas en el Coppelia de millones de personas, de lo más divertidos conversando y esperanzados todos por entrar y que se mantengan los sabores que tenía el cartelito de afuera, los pobres. Si no te gustan las colas grandes o el sol entonces ve a un Bim-bom, hay unos cuantos rega'os por ahí, y paga tu helado en CUC, que hasta ahora este cuento era en moneda nacional. También han decaído esas heladerías pero esa es otra historia.

© flickr/Cafe Crema

El helado bien vale el sacrificio. Nos cae bien en cualquier momento y nunca es tan caro o tan difícil de encontrar y tomar. Incluso si compartes la mesa de cuatro con otra pareja desconocida, porque así fue como te indicaron al entrar, te olvidas de eso y no apartas tu vista de esos ojos lindos que están contigo desde hace tiempo y ahora te dicen: "Ay, papi, ¡hacía rato no me invitabas a tomar helado! ¡Qué rico está! ¡Este sí es Coppelia de verdad!".
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miércoles, 18 de junio de 2008

Chili con carne... y lo picante que es

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© freestockphotography

En la cantina (comedor) de mi trabajo había "Chili con carne" hoy, entre otros platos del menú. Yo habitualmente estiro la mano y lo pido pues siempre me gustaron las sopas, los ajiacos, las caldosas, los potajes, en fin, el Chili con carne me recuerda todos esos exquisitos platos que comía en Cuba hasta que ya no me cabía una cucharada más en la barriga.

Pero los alemanes tienen un problemita, al menos para mí: no compiten ni remotamente con los mexicanos pero a todo le echan pimienta "para sazonar", según ellos. Y a mí, que no estoy acostumbrada, la nariz se me llena de agua y en cuestión de segundos parece que tengo catarro y la lengua me arde. ¡Y hay que ver cómo mis colegas le echaban más pimienta y sal, por encima! Por eso un día que invitamos a unos amigos a comer a la casa no paraban de elogiar la comida que hicimos (¡no dejaron nada en las cazuelas!) y no querían creer que no tenía un grano de pimienta, algo que ellos usan "para darle sabor a las comidas", o al menos me ha dicho así una amiga.

He incorporado una paleta de nuevos sabores a mi paladar pero cuando hay pimienta de por medio, no disfruto la comida, aunque me guste tanto y deje el plato vacío como hoy en el almuerzo, secándome la nariz tras cada cucharada.
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