[Posts relacionados: Me voy a Roma, Coliseo de Roma, Blogueros, Fuente de Trevi, Arco de Constantino y Templo de Adriano, Plaza de España, Via di Condotti y la moda, Rosa de los vientos en el Vaticano, Plaza del Popolo, Señales, Basílica Santa María de los Ángeles, Plaza Navona, Panteón de Agripa, La Casa de Goethe, Plaza de San Pedro (I), Plaza de San Pedro (II)]Así es esto de los blogs: a veces una quiere sentarse el día entero en la computadora y no saber de más nada o de más nadie para bloguear a sus anchas. Otras viene una niñita a que le hagan un cuento antes de dormir y la primera que se duerme es la que hace el cuento... hasta el día siguiente... en una cama chiquita... peor que Blancanieves acostada en una de los siente enanitos... Adiós blogosfera, posts pendientes, respuestas a comentarios, lectura de noticias, envío de emails, visitas a otros bloggers... y la madre de los tomates y demás y demás... Ventajas tiene alguna: a las 6 de la mañana ya no hay quien haga dormir más a mi espalda y bien tempranito también se puede bloguear con tranquilidad. Deja ver si lo intento antes de que se despierten los demás, o por lo menos a preparar buena parte del post de ayer-hoy (al final no lo conseguí del todo).
Quiero mostrarles fotos del
Panteón de Agripa (o
Panteón de Roma), conocido popularmente como
La Rotonda. Y déjenme comenzar así: Ud. va caminando por las calles de Roma, casi en línea recta desde la
Fuente de Trevi pasando por el
Templo de Adriano y, de pronto, se abre a su vista un espacio en el que ya puede ver gran parte de una plaza. Sigue caminando unos pasos y tiene que girar a su izquierda la cabeza lentamente, rápido, super veloz: allí está el
Panteón de Roma metido en el medio de la ciudad, la mejor conservada de las construcciones de la Roma Antigua, nada de una columna por aquí o un pedazo de pared por allá sino completa, ¡en medio de la ciudad!, preciosa, imponente, maravillosa, única. Deje caer la quijada y entreabra los labios para decir eso mismo que tiene en la punta de la lengua. O va y ni se le ocurre palabra alguna...

El
Panteón de Agripa fue construido a comienzos del Imperio Romano, imagínense. El original, porque ya se ha comprobado en estudios realizados que fue destruido y que en tiempos del emperador Adriano se reconstruyó, por allá por los años 123 al 125.

El templo es circular, semiesférico en una de sus partes, y fue dedicado a todos los dioses. Por Wikipedia me entero de que la palabra
panteón significa
templo de todos los dioses y que el de
Agripa estuvo inicialmente consagrado a las siete divinidades celestes de la mitología romana: el Sol, la Luna, y los cinco planetas Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.

La inscripción en la fachada, como pueden leer, es
M.AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECITy significa
Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo. Marco Vipsanio Agripa fue amigo y general del emperador Augusto.
Antes de entrar al Templo les muestro una foto de parte de la plaza en la que, ya deberían poder adivinarlo, hay un obelisco. El mismo es de tipo clásico y la plaza fue creada bajo el reinado de Clemente XI en el siglo XVI. Lleva por nombre
Plaza de la Rotonda.

La fachada del templo tiene 8 columnas y en los laterales, entrando, hay 4. La Rotonda está 5 escalones sobre el nivel de la plaza.

Una vez en la amplia sala redonda, innovación en la arquitectura romana al ser construida ésta a continuación del pórtico de un templo clásico, Ud. tiene que mirar obligatoriamente hacia arriba. La cúpula mide 43,44 metros de diámetro y es la mayor cúpula de mampostería de la historia. La de la Basílica de San Pedro se construyó algo más pequeña a propósito, para dejar la del
Panteón de Agripa en el lugar de honor.

El interior de la cúpula tiene en el mismo centro un óculo de 8,9 m de diámetro. No parece que tuviera tal tamaño, ¡casi 9 metros tiene el hueco!, y es que está bien alto. Por él entra la luz solar y también la lluvia. Es por eso que el piso de la sala semiesférica es 30 cm más alto en su centro, para que el agua fluya hacia los lados y corra por desagües que la evacuan, situados en todo el perímetro. Una no se da cuenta de tal elevación del piso porque la sala es amplísima. La cúpula ha resistido muy bien el paso del tiempo y corona a una sala circular preciosa.


El interior de la rotonda es realmente impresionante, pues desde cada punto a una le da por calcular en qué parte de la circunferencia se encuentra, o de contar uno por uno los adornos del techo y comprobar si son simétricos o no.

El
Panteón de Roma se ha conservado muy bien hasta nuestros días no solo por las técnicas constructivas empleadas entonces sino porque a principios de la Edad Media, en el año 608, el emperador bizantino Focas lo donó al papa Bonifacio IV, que lo transformó en la iglesia cristiana
Santa María de los Mártires. Es así
"el primer caso de un templo pagano convertido al culto cristiano. Por esta razón fue el único edificio de la Antigua Roma que permaneció intacto y en uso ininterrumpido".



Cuando nos íbamos, volvimos a adentrarnos en la ciudad tan rápidamente que mirar para atrás fue inevitable para hacer sin falta las últimas fotos a esta belleza de la antigüedad.

Hoy es todavía una iglesia y en ella se celebran misas y sobre todo bodas. Desde el año 1980 es parte del Patrimonio de la Humanidad de Roma.