El abastecimiento en las tiendas donde se compra con divisas (donde recala prácticamente todo cubano que vive en la Isla) es una palabra "mágica": ahora lo ves, ahora no lo ves. Así me cuenta mi papá. Ni con dinero en la mano encuentra lo que busca. Hacer las mínimas compras de la semana presupone un recorrido por varias tiendas y mercados para, al final, regresar a la casa con las manos vacías. Y a esa hora a inventar mi mamá qué cocinar...
Y yo aquí que me desespero ante tanta variedad de productos de un mismo tipo que a veces ni sé cuál escoger... Y él allá que ni siquiera puede comprar la única variedad del producto que se oferta porque no lo hay en ese momento, no se sabe cuándo viene, o "se fue del país"...
Los carteles no son los únicos que están corroídos...
6 comentarios:
Cuando estuve allí, vi que había tan poca variedad de productos, imagine ahora.
Muy triste!:(
Beijo
Sofia
Ahora hay un pretexto: los ciclones. Ellos siempre tienen algo que alegar. Pero no vayas a la casa de alguno de los pinchos, a ésos no les falta absolutamente nada.
Todos nos desesperamos y nos sentimos impotentes.
Cariños.
Ah, sí, en "ciertos lugares" no falta nada! Lástima que esos "ciertos lugares" no sean la casa del ciudadano común...
Saludos, Sofía y Glazam!
A principio de los setenta visite con una amiga de la secundaria la casa de una familia conocida de ella. Me dejaron solo en la sala de aquella vivienda que visitaba por primera vez, y de pronto salio un viejito, que a penas podia caminar, con un dedo acusandome y diciendo: "Vacio aqui, vacio alla, vacio tampoco... sinverguenza...."
Luego me explicaron que el viejito, a principio de la revolucion, salia a hacer sus mandados y los bodegueros le decian: "viejo, esto esta vacio..." o "el sinverguenza nos tiene sin suministros..." y cosas asi... al senor le dio un suponcio y eso fue lo unico que se le quedo grabado en su hard disk.... "vacio aqui, vacio alla, vacio tampoco sinverguenza..."
Nada nuevo. Cada decada de la dictadura ha traido la misma desesperanza en lo mas elemental de la vida, que son los alimentos... asi tienen a la gente distraida, se les va el dia invento que van a comer, que no puede pensar ni actuar en otra cosa...
Dejavu!
Así es, Eu, horas y horas invertids en qué cocinar hoy, con qué lo acompan~amos, dónde comprarlo, a quién encargárselo, quién lo cobra mejor, cuándo pasa el amigo de no sé quién con no sé qué cosa, en qué lugar habrán sacado qué, en fin, un "entretenimiento" detestable...
Saludos para ti!!
Triste, tristísimo. No puedo dejar de acordarme cuando me dormía con hambre, o peor, cuando del hambre no podía dormir. Y que se repita otra vez, por el capricho de esos viejos chochos que comen hasta hartarse y por eso son tan DIGNOS. Hay que ver qué cinismo!
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