Esa historia me la conozco pues la he vivido en Cuba en varias ocasiones: un par de medidas cosméticas para aparentar que "ahora sí", y ya con eso duermen a la mayoría o a una buena parte del pueblo. ¿La otra? Ahí, a la espera de que caigan del cielo las transformaciones políticas y económicas que saquen al país, y a sus vidas mismas, del infierno que cohabitan en vida. Solo unos pocos no tienen miedo de exigir lo que Cuba necesita. El resto patalea entre actos de repudio, miradas hacia otro lado y risitas cómplices a la policía política para seguir "resolviendo" sin ser molestados.
Así estiran y estiran los dictadores su permanencia en el poder, como por estos días intenta Gaddafi, el excéntrico presidente de Libia. Resulta que quiere entregarle dinero a cada familia, valorada la suma en unos 400 USD, así como aumentar los salarios públicos en un 150%. La noticia está hoy en la portada del Spiegel Online y añade que la oposición prepara protestas para la Marcha de los Millones en dirección a Trípoli, para sacar de una vez al Gaddafi del poder.
Dime tú si al des-gobierno cubano se le ocurre copiar la idea del sobornito... ¡Ahí sí que habrá que esperar por otros 52 años para que Cuba se lo acabe de quitar de encima! 400 USD equivalen a más de 3 años y medio de salarios para el cubano promedio...
Así están las calles de Libia ahora, vean el video a continuación. De ésto por supuesto no dan cuenta ni el periódico Granma ni el noticiero de televisión cubano (Nadie Te Ve, como mejor se le conoce):
Bombas, disparos, ráfagas contra la población civil, esta vez en la ciudad El Sawijah, donde se reporta han muerto al menos 23 personas, para un total de miles las fallecidas en todo el país a causa de la brutal y sangrienta represión.
El asco mayor: el Gobierno Cubano apoya al dictador libio. ¡Qué se podía esperar si no!
Al primero a quien debería negársele la entrada al país es al mismísimo canciller cubano Bruno Rodríguez, marioneta de un par de vejetes que no tendrán reparos en darle una patadita por ahí mismo cuando ya no les sirva de más, tal y como hicieron con el anterior Ministro de Relaciones Exteriores de la isla cárcel.
¡Que me devuelvan mi derecho a entrar a Cuba y que boten del país a los culpables de haberlo hundido en la ruina material y humana que es hoy!
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