Ernesto Morales, periodista cubano radicado en Bayamo, Cuba, les ha hecho una entrevista a Yoani Sánchez y a su esposo, Reinaldo Escobar. Una muy buena entrevista que ha publicado Claudia Cadelo en su blog Octavo Cerco.
No me ha importado su extensión ni el tiempo invertido en leerla: Ernesto escribe, pregunta y recibe respuestas que se leen imaginando que una está allí, también, en la sala de la casa de los blogueros cubanos, oyendo, mirando, conversando.
Y es que no me cuesta trabajo imaginármelo porque tuve el gusto de conversar face-to-face con Yoani en dos oportunidades, cuando fui a Cuba en el 2009, alrededor de dos horas cada vez.
La cuarta parte del escrito de Ernesto me ha gustado aún más pues yo sentí lo mismo que él antes, durante y después de hablar con Yoani. En esencia: una alegría llena de tristeza, pero libertad al fin.
Esto lo escribe Ernesto al final, algo que exactamente resume el por qué mi blog ha emigrado, de simples desarraigos y experiencias propias, al ciber-activismo y a la protesta social. Yo no lo hubiera escrito mejor, aunque lo siento:
Y ahora, ni el frío ni la distancia que debo recorrer a pie, consiguen borrarme la leve tristeza que llevo dentro, por comprobar que un Gobierno, un sistema, apenas un puñado de personas, han enfermado mi país. Nos han enfermado a todos un poco. Han enfermado la esencia de unos hombres que a ratos no son hombres sino androides, y que no se mueven con amor y respeto, sino con el combustible de lo violento, de lo cobarde. Cubanos que no han cesado de excluir, de herir, de estigmatizar a otros solo porque sus ideas son distintas. Y que han conseguido, a su vez, infectar con el virus del odio a tantas personas desprotegidas, con cerebros fáciles de corromper. Personas que el día de mañana gritarán improperios en una marcha pública, ofenderán, amenazarán, lo mismo a mujeres pacíficas que en nombre de sus hijos y esposos presos caminan de blanco, con un gladiolo en la mano, que a una blogger de pelo largo que en las mañanas lleva a su hijo a la escuela. Una blogger con la que se puede diferir o comulgar, cuya línea estética o ideológica puede analizarse desde mil puntos de vista diferentes, pero que en esencia no deja de ser una mujer, una cubana como nuestras madres o hermanas, un ser humano a quien se le debería respetar su sacro derecho a la inconformidad.
No confío en que sientan vergüenza, algún día, los castristas que desacreditan a Yoani y a los bloggers alternativos, como ella y Reinaldo pero también a disidentes y contrarios al régimen, desde posiciones servilistas y cobardes por las que sí reciben palmaditas en el hombro y miserables pagos (los que desacreditan, vale la aclaración). No conciben que gente común y corriente pueda expresarse con entera libertad y que blogueen de forma individual y soberana. Nos tachan de gusanos y mercenarios, nos preguntan por Twitter que cuánto nos pagan, acuden a la retórica oficialista de siempre para insultar y promover el odio, e intentan hacerse las víctimas acuñándoles a otros términos y sustantivos inventados que sólo les pegan a ellos. Llaman a todo un país a defenderse de una "campaña mediática del imperio y de Europa" y lo que demuestran no es más que una absoluta ignorancia en cómo surge y se transmite la información en las redes sociales y la blogósfera, las que no pueden controlar pero insisten en presentar tergiversadamente a un pueblo supuestamente "culto", incapaz de poder determinar, por sí mismo, a qué información o noticia dar credibilidad o no.
Los invito a leer el resto de la entrevista. Yo me siento LIBRE, como Ernesto, y comparto con él la convicción de que sí existen límites para una campaña de difamación, para un movimiento de odios.
[Generación Y es el blog de Yoani y Desde aquí, el de Reinaldo. Sus cuentas en Twitter son @yoanisanchez y @rescobarcasas, respectivamente.]
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