Ah, qué historia más conmovedora... me erizo de escucharla... su entereza, su..., su..., su no sé qué..., ah, todo tan patriótico, tan, tan, tan... eso mismo, tan conmovedorrrrrrr.
La noticia no es nueva. No es la primera vez (ni será la última) que agentes del G2 cubano se infiltran en la disidencia de la isla y del exterior para penetrar sus planes y forma de actuar. El periódico oficialista Juventud Rebelde escribe que se trata de "una prueba irrefutable de la labor de los grupúsculos de la contrarrevolución en el país".
De lo que sin dudas se trata es de una prueba irrefutable de la labor tergiversadora, mentirosa y manipuladora del gobierno cubano para fabricar y difundir falsas noticias y hacerle creer ahora al resto del mundo:
a) que todos los disidentes informan noticias falsas de la situación del país,
b) que el gobierno de USA está detrás de todos ellos,
c) que quienes se hacen eco en el exterior de lo que sucede en la isla también mienten porque se supone que las informaciones desde allá no son fiables,
d) que Cuba está más fuerte que nunca y que allá no pasa nada,
e) que detrás de todo disidente, bloguero independiente, opositor, periodista independiente, preso político, hay un agente de la Seguridad del Estado, que nadie puede entonces confiar en nadie, que la disidencia está desunida, que..., que..., que... vaya, que ni la mejor novela brasilera del momento los opaca en historietas aburridas de los buenos contra los malos.
Ellos saben perfectamente que cada vez son menos los que creen en las pataletas de la dinastía vejete que gobierna Cuba.
Estas imágenes sí que no mienten:
Acto de repudio a las Damas de Blanco, verdadera cara de la dictadura incluida:
Acto de repudio a disidentes, vandalismo incluido, ellos sí están autorizados a romper, dar palos, acosar a otras personas en sus propias casas:
Otro más, golpes incluidos, a blogger independiente:
La enternecedora historia del agentico tendrá sus resultados dentro de la isla, donde los cubanos son manipulados diariamente con un único tipo de información oficial. Pero ni siquiera allí todos le hacen caso a la novelita "En silencio ha tenido que ser".
Afuera, afuera ya nadie les hace caso. Son muchos los que han ido abriendo los ojos ante tantas arbitrariedades.