Cuando terminó el CD no apagamos el equipo de música enseguida. Nos pusimos a conversar un rato mientras yo preparaba los papeles de la clase que tenía a las 2pm. Hoy yo no hablé, fueron los muchachos los que tuvieron que exponer sus proyectos. Por cierto, y valga el dato, las parejas que logran conversar más de 10 minutos al día como promedio tienen más probabilidades de éxito en la relación mutua. Eso leí en un diario berlinés hace poco. ¿Será verdad? Yo por si acaso hablo bastante...
A lo que iba: cuando ya ni nos acordábamos del CD de Nirvana, escuchó mi esposo una música de lejos, raro para esta zona donde vivimos (no así para otras de Berlín que me recuerdan a mi Habana). Era Nirvana. Se acercó a la ventana y la oyó más cerca. La música provenía de nuestro equipo. El CD no había terminado sino que después de una larga pausa al final de los doce títulos, continuaba con otro más que mi esposo ni siquiera había oído nunca, o por lo menos no se acordaba bien de él.
Lo mismo me pasó a mí hace 5 años con el CD Escapology de Robbie Williams, exitoso músico inglés, por lo menos en Europa y de sobra en Alemania. Tanto es así que la segunda canción del disco, «Feel», tiene el récord absoluto de veces que se ha puesto en la radio alemana con alrededor de unas, difíciles de alcanzar, 53mil veces. Robbie se dió a conocer como cantante del exitoso boygroup Take That del cual se separó en el año 1995 por "excesos de drogas y fiestas".
Retomando el tema: al final del CD y después de una larga pausa, ¡la música sigue viva! Robbie, entonces el invento no es tuyo, ¡tú no fuiste el primero!, algo que yo había asumido como un hecho...
¿Alguien sabe más del asunto? ¿Es esto común en las discográficas y yo estoy atrás del palo? Si tienen los CD's de que hablo, ¿se percataron ya de que no terminan donde uno piensa? ¿Conocen otros artistas que hayan hecho lo mismo? Que alguien me asista, por favor...
Los dejo con el Smells Like Teen Spirit y el Feel a ver si los disfrutan tanto como yo...