lunes, 19 de abril de 2010

Sólo las marchas que me dé la gana a mí

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Sólo las marchas que me dé la gana a mí... es lo que dice el Gobierno Cubano vía Seguridad del Estado.

Las marchas de Las Damas de Blanco, no, porque no pidieron "permiso" (ante una ley que no existe; sólo les comunicaron verbalmente que debían pedir permiso con 72 horas de antelación). Evidentemente se trata de una artimaña del régimen para preparar, sin mucho esfuerzo, las turbas represivas.

Las contramarchas y los actos de repudio, sí, como si se organizan con 72 segundos de antelación, con banderas, carteles, palos, cabillas y cables, jalones de pelo y brazos torcidos, y qué importa si hay menores de edad recibiendo los golpes, o si se arrastran a mujeres sin tener en cuenta su edad.

Este domingo las autoridades cubanas impidieron, una vez más, la caminata que hacen las Damas de Blanco desde hace más de 7 años por las calles habaneras, exigiendo la libertad de sus esposos, padres e hijos. La contramarcha, no. Esa es de las que les da la gana a los que reprimen:

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2 comentarios:

Papelbit dijo...

Esto de las autorizaciones per se porque sino no hay autorizacón que valga, mientras no se autorize a autorizar marchas autorizadas previamente de arriba, el gobierno mismo, raya la idiotez misma autorizada a ser idiota¡

He dicho¡ He autorizado¡¡

Un saludo Agua¡

Asere Cubano dijo...

Creo que estamos asistiendo al comienzo de la inmovilización forzosa de la damas de blanco y a dejar claro que si hacen alguna marcha sin el permiso previo (que nunca creo sea afirmativo)la dictadura se desmarcaría de cualquier agresión física y sus consecuencias.
Otra artimaña mas, la efectividad de la represión va al alza mientras los platos y las despensas están cada vez mas vacíos.
¿Quien planificara limpiar los campos cubanos de marabu?
¿Quien hará que las industrias y los campos cubanos recobren su productividad?
para estas preguntas no tienen respuestas, para la represión si y rápida.
La familia imperial quiere morir en posesión de sus prebendas, los lacayos miran, callan y ayudan a sus amos.