Si se han fijado algunos, de un tiempo para acá han disminuido mis visitas a y mis comentarios en otros blogs,incluso aquí mismo en este que leen y en otros que tengo. No porque no quiera o ya no me interesen más sino porque hay tanto que quisiera hacer en la blogósfera pero que por falta de tiempo no he podido... agradecer comentarios hechos aquí, saludar a algún visitante nuevo, contestar correos electrónicos, comentar en otros blogs y una tonga de proyectos pendientes que quisiera no se quedaran engavetados... A veces paso, leo/hojeo los posts y los comentarios de otros, y sigo desesperadamente para otros nuevos antes de que se me acumulen más y más...
Me cuestiono mucho si hago bien o mal, pues con leer solamente me retroalimento yo pero no así quien ha invertido ya su (escaso) tiempo en dejarme sus comentarios, en enviarme un email o en escribir un post en su blog. ¿Sigo para el próximo o hago una pausa y contesto/comento lo que acabo de leer? La comunicación es esencial en la blogósfera, eso lo sabemos todos, y la comunicación "directa" mucho más: alienta, apoya, agradece, satisface. A mí misma me ha pasado: me he llegado a sentir triste cuando no me responden o cuando ya no me visitan más... ¿Qué hacer cuando yo a veces hago lo mismo, ¡sin querer¡?
Si hay que echarle la culpa a alguien, pues que sea a las redes sociales y a los mismos blogs: el tiempo que invierto ahora en Twitter, en Facebook, en Bitacoras.com y en la madre de los tomates colgando enlaces para que los lean los demás, aceptando y añadiendo a nuevos amigos, agradeciendo desde allí (más simple y fácil a veces), enterándome de noticias nuevas, etc., etc., etc. es mucho mayor que el que invertía antes en esos menesteres. Pregúntenle si no a Jesús Encinar, quien escribió un post hace unos días sobre cómo las conversaciones están migrando de lugar. Yo no puedo hacer otra cosa que darle la razón.
A mi blog del alma no lo dejo por nada del mundo, predigan lo que predigan los que creen en la muerte de los blogs, pero de que se ha visto afectado, eso es verdad. La frecuencia con la que escribo los posts ha disminuido, antes era común que escribiera de 2 a 3 posts al día y ahora a veces pasan 2 ó 3 días y el mismo post sigue en la cabecera. Lo del evento también me ha comido por una pata (lo que me falta por contarles de él es aún bastante), y lo de la encuesta (con resultados aún sin procesar), y los otros blogs en los que escribo o colaboro escribiendo (pensarán eso, que soy una falsa), y los otros proyectos que están en camino y no acaban de salir precisamente por falta de tiempo. De tiempo "libre", valga la aclaración. ¿Existe el tiempo libre?
Bueno, no me voy a quejar más. Sólo quiero hacerles saber que agradezco enormemente el tiempo que dedican a pasar por aquí y a leer y/o comentar lo que escribo. Que sepan también que si no respondo o visito otros blogs no es por falta de delicadeza a ex profeso o deliberadamente, sino porque de verdad no he podido. Que me faltan aún emails por leer y que espero no sea muy tarde cuando responda. Que intentaré balancear mejor hacerlos partícipes de lo que pienso y quiero escribir en mi blog y de lo importante que es agradecer, responder y visitar a los demás.
Retomo ahora unos comentarios nuevos y viejos (casi segura de que se me quedó alguno enterrado en la montaña de emails sin leer aún) con premios blogueros que me han llegado. Éstos no son más que reconocimientos de bloggers a bloggers de los que siempre me he hecho eco y he agradecido de corazón. Algunos tienen sus reglas, como proponer a otros bloggers o blogs para que el premio siga caminando por la red, pero eso lo dejo para otro momento mejor.
¡Mil gracias a todos, y a los lectores del blog!
