Hoy les comienzo a enseñar una serie de fotos que hice a algunas "reliquias históricas" que me encontré por La Habana...
La primera es el osito de mi hermano, sin el cual no podía dormirse cuando era niño (estoy hablándoles/escribiéndoles de sucesos de hace más de 35 años...). La nariz se la comió él y las puntas de las orejas. Los ojos eran dos chapitas negras que pasaron a mejor vida muy pronto. El mío era rosado y creo recordar que en la casa había otro osito, azul. Todavía me pregunto cómo es que mi hermano podía dormir con ese plástico duro pegado al cuello...
La segunda reliquia es de mi esposo. Mi suegra lo guardaba celosa y un día lo sacó del closet para que los nietos jugaran. Yo lo que saqué fue mi camarita fotográfica...
Este Rumberito tenía pareja, una Rumberita que tenía dos argollas como aretes y un pañuelo en la cabeza. El que ven en la foto me lo encontré en un estante, de adorno, en casa de mi prima. Yo tenía la parejita cuando niña pero de verdad que no recuerdo qué se hizo de ella...
Y este Pinocho también es de mi prima:
Yo no tenía a Pinocho pero sí a Pepito:

¡Cuántos recuerdos, madre mía! No se pierdan las otras reliquias que están en cola...