[Relacionado: Recuerdos de cuando fiñe, De bares y restaurantes]
Continúo hoy con algunas "reliquias" y recuerdos que traje de Cuba.
Comienzo con una de las que más he extrañado desde que no vivo allá: lo de hacer discos voladores (en la casa nunca tuvo un nombre específico). Este que ven es el de casa de mi prima; ese día me comí dos panes con mantequilla hechos discos, deliciosos... Aquí habrá tostadoras y todo lo demás que ustedes quieran, pero qué va, como lo de hacer discos voladores no hay nada...
Sigo con un centímetro de costurera que ha de tener más de 40 años, quizá muchos más. Era de mi abuela. Yo lo usé alguna que otra vez para coser pues me le cuelo al asunto en la misma costura :-) O mejor dicho/escrito, me defiendo con la máquina de coser, aunque hace poco pagué para que le cogieran el bajo a unos jeans...
Este plumero es también antiquísimo. En mi casa está desde que yo tengo uso de razón. Y se sigue usando. Aquí en Berlín no tengo ninguno...
Y hablando de limpieza, aquí un recuerdo del que ni me acordaba pero que me gustó verlo otra vez:
Sigo con más en otros posts...
domingo, 9 de agosto de 2009
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16 comentarios:
LOL! Muy simpatico. Te cuento que tengo un aparato de disco volador, no de los viejos-viejos; creo que la imagen se la envie a los Aseres hace tiempo para el "museo de la nostalgia". La verdad, nunca lo uso, pero me da placer conservarlo.
Hemos tenido una amplia discusión sobre los discos voladores y otras delicias gastrionómicas de nuestra niñez en http://www.panoramio.com/photo/25290989
En Miami hace años fui a una casa que tenian uno y me dijeron que los vendían en Sedanos. No se si tendran en la actualidad, porque nunca paso por ninguno.
En Veracruz, Mexico hay una cafeteria-restaurante que es un simbolo de la ciudad y visita obligada. Se llama La Parroquia. Ahi venden discos voladores (increible, no?) y un cafe con leche delicioso.
Pero recordando ambas cosas, creo que se imponen los discos voladores de pasta de bocaditos que vendian en Caibarien cuando era chiquita, en un bar llamado El Pionero (uff), que estaba casi frente a la parada de la guagua para Remedios.
A cada rato yo meto los bocaditos que quedan de las fiestas en las "disqueras" donde pones el pan de molde y no queda tan mal.
Hay mira que esos panes con mantequillas tostados en el disco eran lo máximo. Recuerdo que muchas veces lo acompañaba de una limonada.
Mis saludos lindos recuerdos
Mira tu Agua, desde que vi esta foto del aparato del disco volador pensé en la imagen que esta en el museo virtual de los Aseres, que efectivamente es de Eufrates del Valle. Y ahora vengo a dejarte el comentario y veo que el dilecto ya lo menciono! Oye, eso de comer discos para mi era lo mejor de la infancia y la adolescencia, porque yo era de muy mal comer pero nunca le decia que no a un disco de jamon y queso (eso era un plato fuerte) o de mantequilla o quesito con guayaba (esos eran de merienda). Imaginate, durante un tiempo mi abuela tenia una especie de cafeteria montada y el fuerte del negocio eran los discos; los vendia hasta de picadillo y la gente se los lloraba!!!! Son la gloria esos discos voladores. Saludos para ti.
El aparato es único, de verdad... Cerca de mi casa hacía unos discos voladores de queso que de verdad eran exquisitos.
Juansinmiedo, acabo de venir de la discusión que me dices! Les haré a mis niños merenguitos quemados!!!!!!! A mí me encantaban!!!!!
Las cremitas de leche y los pirulíes también me gustaban mucho. De esos nunca más he visto ninguno :-(
Saludos nostálgicos para todos!
La cocina, claro, la cocina también es algo anacrónico por estos lados...
recuerdo los discos, las cremitas de leche(mi madre las hacía buenisimas), los pirulies, la melcocha(la abuelita de mi mejor amiga en el cole, era experta), en mi casa también hubo un plumero igual que ese, saludos.
Amiga, te felicito por recoger esos trozos de vida en fotografías. ¡Qué recuerdos para ti y los tuyos.
Le estoy visitando para informarle que en el blog de Josán Caballero http://papalotesconbanderas.blogspot.com/ tienes una sorpresa: La respuesta del enigma (la que acompaña al premio) y tu Trotamar. Ya recogí la mía.
Besos
Inés de Cuevas.
Aguaya, te pido disculpas por haberme referido a tu post como si fuera de otra persona, ya lo he corregido. Saludos, y te invito a que te llegues por allá más a menudo.
Hola, ese plumero es igualito al que había en casa. Y los discos voladores, mi madre se compró uno cuando vino para acá, aunque no se si se siguen vendiendo, ahora con las sandwicheras esas cosas ya casi ni se ven.
Coño, el plumero ese es clavao a los que había en mi casa (bueno, como para no serlo, si allá todo es igual :-P) Recuerdo los ositos y los patos como ese, que eran seguramente algún "dirigido" de número alto (los que siempre me tocaron a mí, jeje)
Este post en particular me parecio muy simpatico, y me han dado ganas de comer los famosos discos que te cuento que en Bs As, ni se conocen.
Y cuando los discos eran de guayaba y queso. Hmmmmmm
Para que hablar!!!!!!!!!!!!!
me llamaron la atención los discos voladores... se ven lindos! da hambre cuando los ves jaja.
a veces los objetos nos remiten a ciertas situaciones, nos hacen sentir que estamos en otro lugar.
Hola , tu blog es buenisimo. Si te parece bien lo sigo a partir de ahora.
Un abrazo
Maria
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