Si hace un año atrás lo animaba para que siguiera escribiendo en el blog que edito para él, A empujar el almendrón, hoy no podré hacer lo mismo: ya no escribe más allí desde hace meses porque tiene miedo. Me dice que se muere de angustia si no puede ver más a sus nietos y que lo que escribo en mi blog, o él en el suyo, pudiera tener sus consecuencias... Ese es el miedo que nos han inoculado a los cubanos y la separación familiar ha sido uno de los mayores desastres de la llamada "revolución".
Me sigue enviando las crónicas y yo las sigo leyendo, pero ya no las publico en su blog que, por cierto, nunca ha visto. No, él no tiene Internet, como tantos otros millones de cubanos. Lo que escribe no tendría por qué traerle ningún problema, pueden comprobarlo ustedes mismos, pero prefiere distanciarse. Y yo qué puedo decirle al viejo mío... o mejor dicho, ya le dije, pero dimos el tema por concluido. Una sonrisita le sacará a algunos de los represores digitales. El blog mío seguro que no...
Ya le daré un beso telefónico. Celebro no obstante la llegada de un año nuevo, que espero supere con creces, para bien, al que ya concluyó. Así deseo de corazón para mí y los míos y para ustedes. Espero que sea el año que muchos esperamos.
Aquí les dejo en un video los primeros 5 minutos en Berlín después de las 12 de la noche, desde mi ventana. Así es cada año, una locura con olor a pólvora que hace brillar el cielo teutón durante unas dos horas. En algunas partes los -2ºC me hacen temblar un poco la mano. En la noche más agitada del año para los bomberos del país, los casi 20 centímetros de nieve les aliviarán un poco el trabajo...
¡ Feliz nuevo año para todos ! ¡ Ya es 2010 !
