Se trata del testimonio de Alberto Lairó Castro y de cómo dos policías lo maltrataron violentamente, sin motivo alguno, en la provincia de Holguín. Resultado: Alberto hoy está postrado en una silla de ruedas.
Él cuenta, además, cómo el hecho fue denunciado y procesado ante la ley, algo que solamente casos tan evidentes como el suyo, pues además quedó vivo, logran en la finca de los Castro.
Pero también cuenta cómo los culpables, los oficiales de la policía Héctor Luis Pérez Osorio y Frank Ochoa Angulo, fueron absueltos por la Sala de Justicia del Tribunal Provincial, incluso también después de dos apelaciones posteriores.
Los cubanos están totalmente desamparados ante la ley y ante el mundo. Si alguien muere producto de la violencia policial, como el reciente caso de Juan Wilfredo Soto, la dictadura se encarga de manipular las causas de la muerte, descrédito de la persona incluido, más aún si ésta es de la oposición. Si la persona por suerte se mantiene con vida, como en el caso de Alberto Lairó Castro, con testigos presenciales, por cierto, la dictadura se encarga de manipular el juicio y absuelve a sus esbirros de una u otra forma.
Y todavía me cuestionaba @contafisca en Twitter que la noticia de que la muerte de Juan Wilfredo Soto hubiera sido por golpes no provenía de fuentes confiables. Ante varias evidencias que le envié terminó escribiéndome que "el problema" no era uno sino todos los que mueren en otras partes y nadie denuncia, como si la cantidad y la latitud disminuyeran en algo la necesaria condena a cada uno de los casos individuales. Claro, como el mismo Juan Wilfredo Soto ya no puede dar su testimonio, pues a creerle entonces al desgobierno, que ese sí que es impoluto y justo. Pero a que es incapaz de retuitear el testimonio de Alberto Lairó Castro... ¡Cobarde!
Aquí les dejo el documental ¿Por qué me golpeas?, en tres partes, realizado por Luis Felipe Rojas (@alambradas en Twitter) y subido a YouTube este 9 de mayo:
No calles tú. ¡DENUNCIA!
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