miércoles, 27 de mayo de 2009

Los alemanes también emigran

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Imagen tomada de freestockphotography.

Como lo leen: de Alemania también se va gente en busca de un mejor futuro. Lo grave del caso es que muchos de los que se van a probar suerte a otras tierras son profesionales altamente calificados, lo cual se ha acentuado en los últimos años, es decir, cada vez son más los que se van y menos los que regresan. Sobre todo en estos tiempos de crisis econónicas y financieras globales, el problema de la emigración alemana ha llegado a un punto alarmante, según expertos (Bah, se ve que no tienen idea de cómo es la cubana...). Así he leído hace un rato en un artículo del Spiegel Online, quien ha tomado como referencia un estudio reciente sobre cualificación y emigración.

Desde el 2003 unos 180 mil especialistas han abandonado Alemania (sin contar a los familiares que les han seguido después) y la emigración crece por año. ¿Por qué? Pues porque el mercado del trabajo alemán no es lo suficientemente atractivo comparado con el de otros países. Además, los especialistas extranjeros que vienen a Alemania tienen serias dificultades para que les reconozcan sus títulos de otros países, las leyes migratorias no son lo suficientemente flexibles y en general no existe una cultura de la bienvenida que no espante a los extranjeros por un lado y hasta a los mismos alemanes que deciden cambiar de ciudad en busca de trabajo, por el otro.

Saldo de la emigración alemana con respecto a países seleccionados en el período 1991 hasta 1997.

La gráfica anterior pueden leerla así tomando como referencia, por ejemplo, la curva en azul oscuro, la de más abajo: En 1991 fueron poco más de mil alemanes más los que emigraron a Suiza que suizos los que vinieron para Alemania. En el 2007 fueron, sin embargo, casi 17 mil alemanes más que suizos. El saldo también es negativo si se compara con países como USA, Austria, Inglaterra, Canadá, Noruega y Australia, todos ellos con regulaciones migratorias más selectivas (Canadá, Australia y USA) y con costos de salario y vida aún más altos (Inglaterra, Suiza y Noruega) que en Alemania.

A esto hay que agregar que el dinero se le escapa al fisco por tuberías: En el caso de un médico de 30 años de edad, se pierde más de 1 millón de Euros, dinero que recibiría el Estado por el cobro de los impuestos si el médico no abandonara el país.

Sin especialistas altamente calificados el país no avanza; más bien retrocede en estos tiempos difíciles. Pero aún así el Estado no puede poner una barrera y prohibir a una persona que haga su vida donde le dé la gana, donde le paguen mejor, donde se pueda establecer económica, social y culturalmente de forma más fácil que en la propia Alemania. ¿Qué hacer? Facilito: mejorar las condiciones en Alemania. Y esa precisamente se ha convertido en una tarea prioritaria de la dirección del país.

Y Cuba, donde nací, se desangra por heridas que no cierran y sin embargo no echa abajo los muros migratorios, se dividen por ende más familias, se les echa más la culpa a "otros" que a los mismos que llevan las riendas del país y, lo que es peor, se discrimina al propio cubano dentro de la Isla y fuera de ella, con una filosofía de señal de tránsito: Pare.
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