He terminado de leer La novela de mi vida, del escritor cubano Leonardo Padura Fuentes, y me ha gustado mucho leer otro libro más de Padura. Antes de éste me había leído Adiós Hemingway, del mismo autor. Leer es mi hobby preferido. No, creo que bloguear... no, no, leer, desde siempre. No, qué va, los blogs. Ah, otra vez... ¡Leer, he dicho, es el hobby!... ¿O los blogs?
Cuando tengo un libro en las manos me gusta que me atrape desde las primeras páginas. Y cuando logro meterme en la trama, o ella en mí, y éstas van pasando y con ellas las ganas de no hacer nada más con tal de llegar al final, entonces puedo afirmar que el libro me cautiva. El género no importa realmente aunque prefiero la novela.

Pues del libro La novela de mi vida me gustó muchísimo el paralelo entre José María Heredia, "el primer gran poeta cubano, el primer gran desterrado cubano y el primero de los nacidos en esta Isla condenado a morir en el exilio, sin haber encontrado jamás una cura para esa compacta nostalgia por la patria que también él, precisamente él, inaugura entre nosotros...", a decir de Padura, y Fernando Terry, cubano exiliado más de un siglo después que el autor rodea de personajes pasados y actuales, de miedos, de rencores, pero también de sueños y amor.
Yo he pensado muchas veces en poder subirme otra vez a la azotea de mi casa (no hay manera que le diga de otra forma aunque no sea "mía") en la Habana, en Santos Suárez, un día, cuando regrese. Leer que Fernando también se subió a la suya, desenterró recuerdos y lamentó pasados y presentes, me aferró más a la idea de poder ver a La Habana desde allá arriba, desde donde mi mamá tiende la ropa y se seca rapidísimo, desde donde el color de las tejas y los techos me hará olvidar por un rato el destino real de mis pasos una vez regrese a Berlín. Bueno, no me hagan mucho caso... parece que hoy me levanté un poco melancólica...

Me gusta como escribe Padura. Adiós Hemingway, libro que incluye la también novela policíaca La Cola de la Serpiente, me llevó otra vez de la mano del policía Mario Conde y sus investigaciones, primero por la finca "La Vigía", donde viviera Hemingway los últimos años de su vida, y después por el "Barrio Chino", dos lugares habaneros que también me gustaría volver a visitar algún día.
Los libros que tengo en cola ahora son los siguientes, para leerlos en este orden: UMAP: Una muerte a plazos, que muy gentilmente me regalara su autor José Caballero, cubano del cual ya les he contado en otros posts; La Hija del Embajador, primero que al fin podré leerme de la autora también cubana Zoé Valdés, a quien tengo el gusto de conocer blogosfera mediante; y El Juego del Ángel, del autor español Carlos Ruiz Zafón, dejando pasar un tiempo entre su brillante libro La Sombra del Viento, uno de esos que una no quiere olvidar de por vida.
¿Y Usted, tiene algún libro entre manos ahora?