"La Berlinale también será política este año", leo en el suplemento especial del Berliner Morgenpost, y que los miembros del heterogéneo jurado tenderán a los temas sociales y actuales, a las crisis y tragedias reales, a las grandes historias, las que conmuevan, por encima de las superproducciones a lo Hollywood. Una señal entonces que habrá que seguir, aunque se auguran sorpresas imposible de ser pronosticadas por los periodistas del ramo.
A la ceremonia de inauguración de la 59. Berlinale en el Berlinale Palast asistieron 1600 invitados que fueron testigos del comienzo del evento de cine más importante de Alemania. Al thriller de Tom Tykwers que se estrenó esa noche, The International, lo han catalogado como el ideal para inaugurar un festival. Banqueros inescrupulosos, agentes de la Interpol, mafiosos armados y acción hasta el último minuto mantienen la atención sobre una temática actual relevante: la crisis financiera y de occidente. Lástima que esté fuera de competencia pues la crítica especializada ha sido muy generosa con él: le han otorgado 4 puntos como promedio, de un máximo de 5.
Exactamente un total de 383 filmes (de 6107 que originalmente quisieron participar) serán proyectados en diferentes salas de Berlín y yo le aconsejo que, si quiere ver alguno de ellos, no deje para luego la compra de sus tickets. Desde el día 5 a las 10:00 am, hora local, son las colas las que adornan los pasillos del majestuoso centro comercial Potsdamer Platz Arkaden. Y los tickets se van agotando...
Colas muy organizadas, eso sí, donde a los tres cuartos de hora, según encuestas, ya tendrá sus tickets en la mano. Y eso sin "colados", ni turnos guardados, ni acaparaciones excesivas.
Tiskets puede comprar cualquiera, solo debe tener a mano el programa y también la suerte de que queden asientos vacíos para las películas que prefiere ver.
Mientras hace su cola, tiempo tendrá de revisar bien el programa para este año. Ni se le ocurra decir que le guarden el puesto y que viene luego: los alemanes no entienden niguna de esas marañas tropicales.
Cada cual espera su turno y a la vez está al tanto de que no se aproveche uno más vivo. Pero hay varias personas vendiendo los tickets, así que la larga cola se ramifica casi al terminar.
Pero fíjense ahora en la taquilla para los tickets comprados por Internet: vacía. Es decir, mucho más cómoda y eficiente la venta online. Yo no creo que haya pocos que compren sus tickets por Internet, al contrario, aquí hasta los animales domésticos tienen computadoras y acceso a la red de redes, pero es muy probable que la cantidad de tickets por persona sea limitada o que en en la tienda online se vendan sólo los de las películas del día. Si no, no me explico por qué está tan vacía la taquilla en este caso... o serán más caros... no sé... no, más caros no deben ser.
Tickets para mi concurso, La 59. Berlinale en el blog de Aguaya, Ud. no necesita. Así que está invitado a participar y a competir por los premios, que ya los tengo todos y están aquí oyendo la conversación, digo, leyendo el post.
