La nieve es bella. Me gusta pisarla y sentir el croaachchchch-croaachchchch cuando camino. También me invita al silencio y a la paz interior. Y a los niños les encanta también. Tampoco llega a tanto con lo de la nieve: hay quienes están peor...
Pero ya estoy desperezando los dedos, y es que tengo muchos temas pendientes que publicar en éste, mi diario digital. De amigos, de cosecha propia, de otros. También quiero dedicar un tiempo a las visitas a las casas digitales de los demás, sobre todo en estas fechas.
Los dejo mientras con el árbol navideño del centro comercial berlinés Alexa, del cual ya les he contado antes...


...y con un video de YouTube que a mí me ha encantado. ¡Este perro sí que está feliz en el frío!:
Poco a poco terminaré de soltar las amarras para seguir el ritmo en el bloguerío...