Ya les conté una vez en un post lo fascinada que estoy con el correo postal de Alemania. Sinceramente, en casi nueve años que llevo viviendo en este país no he tenido hasta el momento motivo alguno para quejarme. ¿O será que aun lo comparo con el cubano?
Y ayer me sorprendió otra vez. Resulta que en el concurso La 58. Berlinale by Aguaya, que hiciera en mi blog con motivo del Festival de Cine de Berlín, prometí premiar a los que lograran adivinar cuáles películas se llevarían el Oso de Oro y el Oso de Plata. Hasta un sorteo hice con video colgado en YouTube. Maylín, de GeNeRaCiOn AsErE, se llevó el primer premio y Anna Gil, el segundo. A cada una le envié su regalito junto con otras sorpresitas que eché en los pequeños paquetes.
Pues bien, ¡me acaba de llegar de regreso el paquete que le envié a Anna Gil, que vive en España, nada más y nada menos que tres meses después! Vino acompañado de una carta de disculpas del correos Alemán donde se me explican los pelos y señales de por qué no llegó el paquete; no encontraron al destinatario y se lamentan de no haber podido satisfacerme a mí como clienta y a ellos mismos por su buen servicio.
Maylín no me ha dicho si por fin recibió el suyo. Yo escribí las direcciones tal y como me las mandaron. No pude reclamar antes porque los envíos no los certifiqué: más "satos" no podían ser. ¡Anna, dime cómo hacértelo llegar! Hasta yo misma empezaba a dudar de la credibilidad de mi concurso... con lo tanto que me entudsiasmé las dos semanas que duró la Berlinale...
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