
Cuando salí de Cuba pensé que nunca más me engancharía con una novela de televisión pero no, me he descubierto siguiendo una novela alemana, para sorpresa mía. Dura poco más de media hora, todos los días entre semana a partir de las 7pm. Lo que me gusta de Alles was zählt: la actuación y naturalidad de varios actores. Muy buenos. De verdad que disfruto hacerles compañía cada tarde mientras le doy la leche con cereales a mi niño.
Pero hoy no vi mi novela porque quisimos oír y ver el discurso en vivo del candidato a la presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, planificado para la misma hora. Las casi 200 mil personas (récord personal para Obama) que desde horas antes se fueron congregando por toda la calle 17 de Junio, con un extremo en la Columna de la Victoria (Siegessäule) y el otro en la Puerta de Brandeburgo, lo vieron aparecer a las 7:20 por donde menos se lo esperaban (hasta los camarógrafos estaban enfocando sus cámaras hacia otro lado). Para la puntualidad alemana eso es "un poco tarde" pero nadie se quejó.
El discurso duró unos 25 minutos y el Senador lo comenzó agradeciendo a los berlineses y al pueblo Alemán su recibimiento y acogida. "No vengo como un candidato a la presidencia de USA sino como un ciudadano americano más", fueron sus palabras. Les habló a los presentes sobre sus raíces africanas, el puente aéreo (Luftbrücke) de Berlín, el desarme nuclear, la lucha contra el terrorismo, el cuidado del clima, entre otros temas.
Hubo aplausos intermedios y finales, estos últimos de casi un minuto de duración, interrumpidos por la decisión de Obama de bajar para darles la mano a los que estaban en primera fila en el público. Si lo eligieran presidente le deseo que sepa resolver primero los problemas internos de su país y, después, los problemas de los demás. Para poner orden debemos empezar por casa, digo yo. No sé a cuántos habrá convencido con sus palabras. A mí me gustó oirlo hablar en Inlgés y estudiar sus gestos y carisma.
Al final no me perdí mucho de la novela: a Barack Obama lo esperaron y recibieron como a una estrella de rock (lo protegieron más de 1000 policías y agentes de la seguridad) y hasta autógrafos le pidieron.