Yo paso, observo, comparo... y noto las diferencias. ¿Y tú?
Malecón habanero
Restos del Muro de Berlín
Yo insisto en que esta gente tuvo la suerte de tener fronteras y no estar rodeados de agua. Ahora, un muro como el del Malecón de La Habana no lo cambio por nada, al muro como muro para ver las olas ir y venir, digo.
Mmmm... ambos contarian tantas historias si tuvieran la oportunidad. No las que captaron las camaras de television y video, sino las otras, las ocultas, la que se convierten en chisme y brete.
Ah, el malecón de La Habana. Para ver el atardecer con aquel sol rojo que se va escondiendo y las tonalidades tan espectaculares que adquieren las nubes. A ver si puedo encontrar y escanear algunas fotos de mi infancia paseando por el muro. Saludos desde Asturias,
Ana
Tu papi como siempre, se la comió con la serie homérica, jeje.
Pues sí, cada muro tendría tanto que contar.......
Del Malecón tengo muchos recuerdos pero el de la última vez es el que tengo más fresco y recuerdo más rápido: con unos amigos del trabajo, diciéndoles adiós sin decírselo... hablamos de muchas cosas y me recomendaron viera "Suite Habana", cosa que hice después aquí, y hasta la grabé.
Jajaja, Ana, viste el giro que dió la serie!! Él siempre con sus ocurrencias :-)
Saludos Agua. El malecón es una maravilla. La última vez que me senté, vino un trompetista a tocar y tocó cosas muy lindas. Y también compré chicharritas a un viejito que me tumbó dinero, jajaja.
El Malecón de mi Habana, el de la Habana de todos los que estamos lejos, es un pedazo que nos trae recuerdos de infancia, adolescencia, madurez... de todas las etapas de los que tuvimos la dicha de disfrutarlo. Un saludo para ti y los tuyos Aguaya.
¡Bienvenidos a mi blog personal! Si dan click en el título del blog, podrán leer los últimos 5posts. Modero los comentarios y NO los apruebo si son ofensivos, groseros o provocadores: van de fly para la carpeta de Spam: ni soy masoquista ni acepto ofensas vulgares, menos de ciberpolicías políticos. Al que no le guste...
Cada cubano debe tener el derecho de salir de y de entrar a su país LIBREMENTE, sin restricción alguna, sin pagar sumas excesivas por trámites migratorios que no debían existir, sin discriminación por vivir dentro o fuera de Cuba. ¡Se trata de nuestro país!
Soy cubana-alemana y viví en la Isla 30 años. Pero ya no vivo en mi país natal, como otros más de 2 millones y medio de cubanos regados por todo el mundo... Desde el 9 de diciembre de 2010 las autoridades migratorias cubanas me niegan el derecho de entrar a Cuba. Esto me fue comunicado ¡telefónicamente! por la Cónsul de Berlín ese día, sin razones ni argumentaciones ni nada. El gobierno de mi país de origen viola los derechos humanos de cubanos residentes en el exterior, entre otros, el Artículo 13.2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: "Toda persona tiene DERECHO a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país".
"I believe the Internet should be a force for political freedom, not repression. People have the right to seek and receive information and to express their peaceful beliefs online without fear or interference. I call on the CUBA government to stop the unwarranted restriction of freedom of expression on the Internet – ... and on companies to stop helping them do it." Sign the Amnesty International pledge on Internet freedom!!
"[...] bloquear el acceso a Internet pone en peligro la libre circulación de la información y corrompe nuestro derecho fundamental a decidir nuestro propio nivel de información".
(Cita tomada del Manifiesto de Internet)
...algunos posts que deberán leer en sentido inverso, pues se trata de una "blognovela" mía por partes que siempre debía comenzar con la última oración que escribieran otros autores del blog en sus posts antes que yo.
Los desarraigos provocados a veces no pueden evitarse. O no queremos evitarlos. O no nos queda otra alternativa que vivirlos como sea. Ya sean intencionales o casuales, provocados por nosotros o no, esos desarraigos aumentan irremediablemente cuando se vive lejos del lugar donde uno nació y creció.
7 comentarios:
Mmmm... ambos contarian tantas historias si tuvieran la oportunidad. No las que captaron las camaras de television y video, sino las otras, las ocultas, la que se convierten en chisme y brete.
Saludos desde Londres.
Ah, el malecón de La Habana. Para ver el atardecer con aquel sol rojo que se va escondiendo y las tonalidades tan espectaculares que adquieren las nubes. A ver si puedo encontrar y escanear algunas fotos de mi infancia paseando por el muro. Saludos desde Asturias,
Ana
Tu papi como siempre, se la comió con la serie homérica, jeje.
Qué tal, Ana! dime, Cuban!
Pues sí, cada muro tendría tanto que contar.......
Del Malecón tengo muchos recuerdos pero el de la última vez es el que tengo más fresco y recuerdo más rápido: con unos amigos del trabajo, diciéndoles adiós sin decírselo... hablamos de muchas cosas y me recomendaron viera "Suite Habana", cosa que hice después aquí, y hasta la grabé.
Jajaja, Ana, viste el giro que dió la serie!! Él siempre con sus ocurrencias :-)
Saludos blogueros!
Saludos Agua. El malecón es una maravilla. La última vez que me senté, vino un trompetista a tocar y tocó cosas muy lindas.
Y también compré chicharritas a un viejito que me tumbó dinero, jajaja.
jajaja, tendrás que estar a la viva para la próxima!
Lo único que no me gustó nunca del Malecón era el momento de sentarme en él: siempre me pelaba alguna parte de la pierna intentando subir...
El Malecón de mi Habana, el de la Habana de todos los que estamos lejos, es un pedazo que nos trae recuerdos de infancia, adolescencia, madurez... de todas las etapas de los que tuvimos la dicha de disfrutarlo.
Un saludo para ti y los tuyos Aguaya.
Un saludo para ti también, aunque lejos de ese muro de nuestras vidas......
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