jueves, 5 de junio de 2008

Los Suplai

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(Hoy vamos a hablar de música con Lelé Santos...)

Los Suplai
Por: Lelé Santos, columnista invitado

Así los llamaba mi abuela paterna, que en paz descanse... Tanto los ponía en la casa que ya por cansancio no me decían nada, eran himno obligado cada día, a to' meter. Después vino la época del compacto en nuestra familia, lógicamente mucho después de difundirse en Cuba, y aumentó la variedad del repertorio, pero siempre se mantuvo, entre col y col, su música melodiosa.


Estaba yo en 5to ó 6to grado cuando escuché por primera vez una canción de ellos, cantada por mi hermana. Nunca se dedicó al canto pero a mí me gustaba como cantaba. Recuerdo que fue The one that you love y un tiempo después, cuando oí la original, no me gustó tanto como la versión que conocía, figúrense. Los temas se fueron sumando en aquellos cassettes TDK, sin mucha cronología de discos, y se empezaron a oír en la casa, puestos por mi hermana porque yo empecé a llevarle la contraria, sin una buena razón, solo porque eran sus favoritos. Hasta que empezaron a ponerlos por la radio y la TV, y la gente a cantarlos, y mi hermana a ponerlos más, hasta le rompí un cassette una vez después de una bronca. Entonces se viró la tortilla y me embullé.


Air Supply ha sido mi vida, desde los 12 años, y así se mantendrá como sello distintivo de mi personalidad.


En la secundaria comencé a aprenderme sus canciones, una buena vía también para adentrarme y practicarme en el idioma Inglés, muchas conseguidas por compañeros de clase de mi hermana (todavía guardo la famosa libreta de forro amarillo, manuscrita la primera mitad con The Beatles y la segunda con Air Supply), sabe Dios de dónde las sacaban, algunas hasta tenían errores que más tarde detecté. Ya en 9no grado me sabía de memoria más de 30, lo mismo las cantaba a capella que las escribía de carretilla. Una vez, en el cambio de turno, llené la pizarra de canciones y la gente me miraba y se preguntaba cómo era posible que yo comiera tanta catibía. Todos me identificaban con la banda y hasta decían que cantaba igualito que "el chiquitico", pero hasta ahí, nada serio, incluso me criticaban que no conociera sus nombres.


El pre, en el Cepero, fue otro escalón en el conocimiento. Dupliqué la memoria de las canciones y, de casualidad, me topé con un profesor de Física que era un bola'o en la guitarra y canté, en pleno albergue de una escuela al campo en Pinar del Río, el tronco de tema Lost in love, a dúo con un socio del aula, y lo repetimos varias veces, siempre en un marco reducido. Por aquellos tiempos conocí a una amigo de mi prima, algo mayor que yo, que se veía tenía tremenda veta de cantante, qué clase de voz tenía (creo que ya tocaba la guitarra como aficionado por ahí), y cantamos a dúo el dichoso tema en un ambiente familiar, muy bien que nos salió las veces que lo hicimos. Lástima que no exploté más aquella oportunidad. Un buen día me compré el primer disco, de acetato, Greatest Hits del '83, que en un tocadiscos Radiotecnia era un batazo, todavía lo conservo, al long-play, porque del aparato ruso solo mantuve los bafles que sí son buenos. Así aprendí que son un dúo de origen australiano: Graham Russell ("el rubio alto" y compositor de una buena parte de los temas) y Russell Hitchcock ("el chiquitico" y voz líder, con lo lindo que canta...).


La novia del pre (con el tiempo hemos quedado como grandes amigos), unos años más tarde me invitó a su boda y allí me hizo cantar, junto a un grupito que sonaba bien, el tema de siempre y Making love. Después, desde Miami, me ha traído 4 discos que cuido como si fueran de oro. La amistad que mantenemos nació por el mismo gusto que tenemos por la famosa banda. Allá los ha visto en concierto varias veces y me ha contado y mandado fotos.


No hubo una sola fiesta en La Habana de los ochenta donde no se haya puesto al menos una canción de Air Supply, y cualquier variado de baladas que se haya compilado de manera pirata siempre incluyó un tema de ellos. Un día me enteré que se habían separado en el 87 y fue como haber perdido a un ser querido, pero retornaron en 1991.


Tanto es el fanatismo que lo primero que hice al conectarme a Internet en el trabajo, a finales de los '90, fue buscar su sitio oficial y documentarme e imprimir todas sus letras. Conocer que su primer disco fue en 1977 y que se hicieron famosos cuando irrumpieron en la Billboard a partir de 1980 con su disco Lost in love, para después ceder el paso a otros tipos de música en la década de los noventa; del 2000 para acá tienen 2 ó 3 discos.


Pero quién me iba a decir que se iba a cumplir mi sueño de verlos en vivo, sí señor. Estuvieron aquí en La Habana en mayo del 2005. El concierto que dieron en el Malecón no me lo perdía ni muerto. Debía empezar a las 9pm y empezó hora y media después, porque a las 9 menos 5 cayó de pronto una clase de aguacero... pero nadie se fue. Resistimos a los acordes de Hey Jude que amplificaban en ese momento y a eso de las 10 y media empezó la locura. Yo estaba cerca, a menos de 30 metros. La primera era desconocida para mí, algo raro, pero lindísima. Siguieron con Even the nigths are better y las restantes archi conocidas, todas cantadas por todos, mención especial para la versión acústica de Two less lonely people in the world. Ellos nunca se imaginaron que iba a haber tanta gente, que cantara tanto junto con ellos y que estallara como fuegos artificiales cuando Russell se metió en el público a los acordes de aquella primera canción que escuché de niño, The one that you love. Los vi muy emocionados, la energía de todos les llegó (en realidad ese es el anhelo de cualquier músico o cantante) y el concierto fue mágico. Gracias a mi apoyo y ánimo, mi entonces novia aguantó aquella mezcla de algarabía de gente y música linda, que terminó a las 12 y 30. Busquen en su sitio web: aquél es su record de asistencia para un concierto con más de 100 mil personas. El del día siguiente se suspendió por el inminente ciclón pero prometieron volver. En todos los medios cubanos aquello fue el suceso de la década. Un tiempo después pasaron el concierto el sábado por la noche y lo grabé en el VH.


Hoy tengo un proyecto con un grupo de rock, todavía en ensayos, y pretendemos darnos a conocer con temas propios (en Español) y de los clásicos (en Inglés, claro está, cantados por este que escribe). La tapa al pomo la pusieron cuando, luego de montar una buena cantidad de temas, desempolvaron Lost in love, que ya está quedando escopeta, y ahora me dicen que canto igualito, le zumba el mango...


[Las fotos las bajé de Internet un día después del concierto en vivo. Por ahí estoy yo...]
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6 comentarios:

Betty dijo...

Qué buena colaboración de Lelé Santos AB!! Aquí una ochentera, seducida también por la magia de Air Supply, mi esposo es un verdadero fan desde que estábamos en el Instituto, y yo entré en esa corriente, la música (como los olores) nos trae recuerdos más nítidos que la propias imágenes, e inevitablemente AS nos lleva directo a los años felices...muy bien redactado y sentido este post...bringing out the magic

When all else fails and you have nothing
You know you really should believe in something
Take a look at what you have
To a dream that's not all that bad
Don't waste time with all your thinking
Wake up now your dreams are sinking
Making the change is up to you
You'll accept nothing less than the best

Come, come, come on
Bring out the magic
Come, come, come on
bring out the magic

saludos desde AH

Aguaya dijo...

Betty, yo también era fan a Air Supply!!!!!! Fíjate que el himno de mi grupo era "Here I am". Tuvimos un profe de Inglés que nos ponía pruebas de audición y éstas eran canciones del grupo australiano con espacios en blanco para rellenar. Imagínate, para estudiar lo que hacíamos era aprendernos las canciones! Y en las fiestas, no faltaban, of course, porque para bailar apretaíto era lo mejorrrrrrr!!!

Los Miquis de Miami dijo...

cuántas fiestecitas en la habana, con aquellos bombillos pintados de rojo, escuchandolos y luchando una conquisa amorosa. grandes recuerdos!!!

Betty dijo...

verdad que sí, los bombillos pintados aquellos!!...para las fiestecitas en mi casa teníamos uno y aquello cuando empezaba a calentarse metía un olor terrible a pintura requemá;-D)) ya no me acordaba de eso

Aguaya dijo...

Los bombillitos de colores!!! Oyeeee, esa la sacaron de abajo de la manga.......... ni me acordaba!

Anónimo dijo...

la música se pega, y si la oye alguien que estimas tanto mejor. cuando puse "mi entonces novia" quise decir que ya no lo es más pero porque es mi esposa. ella los conocía, de oidas. hoy es fanática, gracias a mi. la música también une a la gente y siempre habrá un tema común a ambos (para el caso de una pareja). que vivan los suplai!