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Este año mi esposo y yo queremos traer a su mamá de visita. Siempre tratamos de alternar su familia y la mía, un año unos, al siguiente los otros. Mi suegra conoce a la niña pues vino cuando cumplió un añito. La niña tiene más de tres y el niño, aunque todavía bebé, no conoce a su abuela paterna.
Se las trae ahora la cantidad de gestiones que nos esperan, las oficinas diferentes que habrá que visitar, tanto en Berlín nosotros como en la Habana mi suegra, los Euros (EUR) que nosotros por aquí tendremos que pagar, los pesos convertibles (CUC) y los pesos cubanos (PC), sí el engendro de doble moneda cubana, que tendrá que desembolsar ella por allá, las esperas en las colas, los documentos que habrá que llenar y que esperar a que aprueben, en fin, en ningún país del mundo son tan difíciles, complicadas, estresantes y caras las gestiones migratorias, como si el tiempo no fuera de oro y el dinero cayera del cielo.
Y si fueran únicas todas estas gestiones no habría problemas, pero no, cada vez cambia algo, inventan un papel nuevo que hay que tener, un cuño extra que hay que buscar, etc., etc. Por ejemplo, la novedad más reciente es que si la persona con residencia en Cuba que va a viajar, lo hace en compañía de su hijo que vive en el exterior, que es quien la invita, pues en ese caso no hace falta la carta de invitación (vaya Ud. a saber qué documento habrá que tener en su defecto), que nada más y nada menos nos cuesta 200 EUR en el Consulado en Berlín. Saquen la cuenta cuántos Dólares, CUCs, y sobre todo, PCs eso signica, sólo ese papel.
Una sale hecha una experta en cuestiones migratorias pero sólo temporalmente, pues de seguro el año próximo habrá que dar otros pasos. Eso sí, el bolsillo siempre es el más afectado.
¡¡¡Información de última hora!!!:
Lo de que no hace falta la carta de invitación NO es "para todo el mundo" sino solamente para los que tengan un "PRE" (Permiso de Residencia en el Extranjero) tramitado a través de las autoridades cubanas :-(
En otras palabras, no nos toca a nosotros, simples "queda'os".
