
Hacía años que no veía una lagartija... con tantas que siempre había en la mata de mangos del jardín, cuando yo vivía en Cuba. Hasta llegué a cogerlas yo misma pero corría cuando mi hermano se acercaba con una con la boca abierta, lista para morder. Él se las ponía en las orejas, como aretes. Después las soltábamos.
He tratado de explicarle a mi niña lo que es una lagartija, y su padre también, pero no lo entiende mucho: en Alemania no hay, a no ser en el Zoológico. A ver si con esta foto que me ha regalado EPA, hago otro intento por explicarle...