jueves, 22 de enero de 2009

Conozca Berlín: Schloss Köpenick (Palacio Koepenick)

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Ya no me impresiono tanto con palabras como "castillo" o "palacio", propias de los libros de cuentos infantiles o las películas de cine. Más bien me asombro por las edificaciones y lo que esas palabras designan, más aún si camino por los jardines de una de ellas. Ese fue el caso del Palacio Koepenick (Schloss Köpenick en Alemán) al que todavía no me había acercado y del cual les quiero contar hoy.


El Schloss Köpenick fue construido en una isla muy cerca del centro histórico de Köpenick, el "pulmón verde de Berlín", localidad del distrito de Treptow-Köpenick, situado al sureste de la ciudad. El distrito es el más grande de Berlín en extensión pero su densidad de población es la más baja.

Un puente de madera une a isla con la tierra firme



En la pequeña isla (de sólo 6 hectáreas) en la que se erige el palacio se han encontrado restos de objetos del Neolítico o "Nueva (edad de) Piedra", del VIII milenio antes de Cristo. También fue construido en ella un castillo, en el siglo VIII, como parte del asentamiento eslavo de los Sprewanen, unos de los primeros pobladores de Berlín (que antes no era tal sino la suma de muchos pueblos y asentamientos), quienes le dieron nombre a esa parte de la ciudad: Copnic (lugar de islas), más tarde Copenick (primera vez así nombrado en documentos, en el año 1209) y desde el 1920, Köpenick.


En el siglo XII éste era el centro de poder del Príncipe Jaxa von Köpenick, fundador del Margraviato de Brandeburgo, uno de los principales principados del Sacro Imperio Romano desde 1157 a 1806. Posteriormente el castillo cambió de dueño a consecuencia de diversas guerras y fue finalmente derrumbado en el año 1550. En el 1558 el Príncipe Elector Joaquín II de Brandenburg mandó a construir allí un palacio de caza al estilo renacentista y esos fueron los inicios de la edificación que se mantiene hasta nuestros días.


El palacio fue reconstruido y ampliado, al estilo barroco y desde el 1677, para el príncipe heredero Federico, más tarde Príncipe Elector Federico III de Brandenburg, después Rey Federico I de Prusia. Con los años fueron incorporados nuevos pabellones, una iglesia y hasta un jardín barroco en el que llegó a verse en el año 1712 una enorme planta del género Agave, de casi 10 metros de altura, 44 tallos y hasta 7277 flores.


La última gran restauración del Palacio Koepenick concluyó en el año 1964. En sus patios y jardines se celebran actividades culturales todos los veranos, muy destacados los conciertos en la capilla de la iglesia.



Walter Lerche: Kinder mit Schildkröte, 1972 (Niños con tortuga)


Hans Hennig: Zwei Giraffen, 1977 (Dos jirafas)


A la salida, a lo lejos, el Ayuntamiento de Koepenick y la ciudad vieja, de los cuales les comentaré en posts futuros.






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10 comentarios:

Noelplebeyo dijo...

Me atrae el ayuntamiento...

Lulita dijo...

K bonita es berlin....me he quedado impresionada...pensaba que era mas bien una ciudad fria...con el muro y bueno, otras cosas mas....pero veo a traves de este paseo que nos das...que estaba simplemente equivocada

Lulita dijo...

Por cierto ¿Has leido el post de hoy de octavo cerco?....Como si nos hubieran leido el pensamiento....

cyborg30 dijo...

Segun he leido este castillo sirvio de Cuartel General al Rey Gustavo Adolfo de Suecia en 1631, cuando Suecia invadio regiones alemanas con el pretexto de "ayudar" a los Luteranos en la guerra de los 30 años. Fue tal la devastacion causada por esa guerra que se calcula una reduccion del 50% de la poblacion masculina alemana! Impresionante.

Anónimo dijo...

Es bonito, pero me transmite frío... Me ha gustado sobre todo la estatua de los niños y la tortuga. Si es que me encantan las tortugas!! Besos.

~Zurama Arencibia Nuñez~ dijo...

Que impresionante Aguaya!

Anónimo dijo...

Hallo Dagmar,

Sehr schöne Bilder :)
Ich hoffe das irgendwann live sehen
zu können :)

Liebe Grüsse,
und Küsse an die Kleinen

Nella :)

Anónimo dijo...

Seguimos paseando por Berlín y realmente es hermoso. Como dice Lulita siempre imaginé un Berlín totalmente diferente. Cuántas cosas nos enseñas y cuánto aprendemos contigo.
Cariños.

E-migrad@ dijo...

Me encantaron las fotos, Aguaya! Y ya tengo un lugar más agregado a la lista de lugares que quiero visitar cuando vaya - por fin - a Alemania. (¿Me dará el tiempo y el bolsillo? :P)

Mimos a los niños y cariños para tí

Nos estamos leyendo

E-migrad@

Aguaya dijo...

Saludos blogueros a todos!!

Pues Berlín tiene rincones preciosos y yo espero ir enseñándoles poco a poco lo linda que es esta ciudad.

Al llegar me llevé tremenda sorpresa: yo pensé que todo debía estar cubierto de nieve, sin un árbol siquiera, feo, despintado... ¡y no! Hay tanto que ver, tanto que conocer, la historia solamente es riquísima, y las construcciones, también.

En verano todo florece y árboles se sobran. En fin, una ciudad a la que también se cuida mucho y en la cual se invierten grandes sumas de dinero cada año, sobre todo en la restauración de edificaciones históricas como las que le enseñé en este post.

Me ha gustado pasarles por al lado, hacerles fotos, oír de ellas de boca de los amigos, o en algún reportaje en la tele, y después hacer yo misma "mis propias investigaciones" para escribir algo al respecto.

¡Qué vivan los blogs y esta maravillosa forma de comunicarnos y también conocer los lugares donde vivimos!