
La Iglesia Gran San Martín es una basílica de Colonia que se supone se comenzó a construir, en su versión románica, en el siglo XII. El lugar en que está erigida perteneció a una isla del río Rin, originalmente, según excavaciones arqueológicas realizadas en la región. Varios incendios y tormentas severas la dañaron en el curso de los años, por lo que durante lustros se construyeron nuevos elementos de la misma al tiempo que se reconstruían y restauraban otros. La restauración más importante tuvo lugar en el siglo XIX.
De los bombardeos a Colonia durante la Segunda Guerra Mundial, fueron cinco los que afectaron seriamente a la Gran San Martín, el último de ellos con consecuencias fatales. Un 95% de la ciudad vieja, lugar donde está ubicada la iglesia, quedó igualmente destruido.

Después de finalizada la guerra y durante los primeros años posteriores a la misma, se discutió muchísimo si tenía sentido dejarla así, como recuerdo de su destrucción, o construirla nuevamente y cómo, o erigir en su lugar una edificación diferente. Ganó la controversia el reconstruirla nuevamente y no fue sino 40 años más tarde, el 13 de Enero de 1985, que volvió a abrir sus puertas al público.
La torre de la Groß St. Martin mide 75 metros de altura y está rodeada de 4 más pequeñas de forma octogonal (ocho lados). Las cinco campanas de bronce del campanario tienen los siguientes nombres (diámetro/peso): María (1580 mm / 2600 kg), Martinus (1150 mm / 1140 kg), Eliphius (1070 mm / 820 kg), Brigida (940 mm / 570 kg) y Ursula (750 mm / 307 kg). En las misas de los domingos suenan los 5 tonos ininterrumpidamente.
Éstas son las fotos que hice yo. La primera fue una de las pocas que salió bien de cuando mi paseo nocturno con Mónica y Danilo, amigos cubanos. La segunda es de Salva, amigo-bloguero italiano. Y la fuente está ubicada en la plaza justo desde donde hice la tercera foto. Detrás de la fuente está Salva.








Al llegar a este punto tengo tantas interrogantes... Ojalá toda persona pudiera viajar a lugares hermosos e históricos como puede hacerlo cualquier alemán con el salario que gana por el fruto de su trabajo. Hasta los más pobres conocen las Islas Baleares, Mallorca la preferida. Para viajar necesitan sólo su identificación personal y ninguno entiende, por ejemplo, por qué los cubanos tenemos que esperar por un permiso de las autoridades migratorias para salir del país, temporalmente o no. Ellos me dicen que las visas las da el país que recibe, no el que emite... yyyya, ya lo sé...